"Prejuicios y desinformación". Esos son los ingredientes que alimentan la oposición vecinal a la instalación de Mi Casita en Eirís, en opinión del director del Hogar de Sor Eusebia, Diego Utrera. A su juicio, la

reunión informativa de este miércoles se frustró por la presencia de "matones con formas fascistas" que sabotearon el encuentro, impidiendo a la mayoría de los asistentes conocer los pormenores de la iniciativa de boca de sus promotores.

"En el entorno de Padre Rubinos o de la Cocina Económicos hay viviendas y no pasa nada, no hay más robos ni problemas de convivencia", asegura Utrera, que mantiene la esperanza de que las aguas puedan "volver a su cauce" y se llegue a un acuerdo. "Lo único que estamos haciendo con Mi Casita es promover la integración social, que es un servicio público", sentencia.