La Comandancia de la Guardia Civil de A Coruña es la primera de España en disponer de un Equipo de Estafas Telemáticas, especializado en la persecución de este tipo de delitos. Hasta el momento, la totalidad de las conductas delictivas en internet se investigaban por los equipos de la policía judicial de cada comandancia dedicados a este campo, pero la de A Coruña ha decidido crear un grupo dedicado en exclusiva a las estafas debido al aumento de las denuncias presentadas por casos de este tipo en los puestos de la Guardia Civil.

En otras provincias hay unidades que realizan estas mismas funciones pero no con esta denominación, ya que desarrollan su actividad en todo el entorno de internet, pero en A Coruña se ha generado una demanda social en el sector de las estafas porque "suponen ya un porcentaje muy alto de los delitos contra el patrimonio", según explica el sargento Alberto González, jefe del Equipo de Estafas Telemáticas.

Este especialista de la Guardia Civil señala que a través del rastro digital que deja en la red se puede llegar a identificar al autor de un delito de esta clase, pero advierte de que existen "muchos condicionantes" para obtener el éxito. González comenta que el incremento de estos delitos afecta a toda España y se debe al aumento del uso de internet, ya que los delincuentes "ven una vía fácil para obtener dinero con estas estafas", amparados en el anonimato que les permite la red.

"En las estafas normales tienes que desplazarte para realizarlas, pero aquí puedes estafar a una persona a mil kilómetros de distancia", destaca el jefe de la unidad, quien detalla que esta lejanía también aumenta la dificultad para localizar al autor del delito. Aunque hay casos de extranjeros, el perfil del estafador que reclama el pago adelantado por la entrega de un producto que no se facilita porque en realidad no existe es el de un delincuente español ubicado a notable distancia de su víctima. "Es muy difícil que un persona de A Coruña, Carballo o Vimianzo haga una estafa de este tipo, porque el comprador le dirá que va él a recoger el producto", añade el sargento González.

Muchas de estas ventas fraudulentas se cometen a través de anuncios publicados en redes sociales, por lo que la Guardia Civil alerta de la necesidad de extremar las precauciones. Uno de los últimos casos de estafa telemática resuelto por el equipo de A Coruña tuvo como víctima a una vecina de Irixoa que intentó comprar un IPhone 7 tras ver un anuncio en Instagram. Al recibir el aparato se percató de que se trataba de una réplica, por lo que intentó devolverlo, momento en que el vendedor eliminó las páginas en las que se anunciaba, aunque el Equipo de Estafas Telemáticas pudo averiguar su identidad y que residía en Baleares, donde la Guardia Civil de esa comunidad le detuvo.

Aunque son menos frecuentes, también hay casos en los que aparecen bandas organizadas de carácter internacional, como la desmantelada el pasado diciembre mediante una gran operación realizada entre España y China, que detuvo a 200 personas en Madrid y Barcelona integrantes de una banda criminal taiwanesa. Los delincuentes se dedicaban a obtener datos bancarios mediante llamadas telefónicas para luego hacer cargos a esas cuentas. González recuerda que en ocasiones los ladrones de estos datos pueden venderlos a otras organizaciones, como sucedió recientemente con los de los usuarios de la de la empresa de contactos Ashley Madison.

Otra de las fórmulas delictivas a pharming, que consiste en la captación de claves de usuarios mediante la remisión masiva de correos a través de una página muy conocida, como Facebook o Google, en la que se incluye un enlace. Pero esa web es en realidad una copia de la original en la que al introducir las contraseñas se quedan en el ordenador matriz de quien organiza la estafa. Ante estos casos, González explica que debe mirarse la dirección que aparece de esa web en la parte superior de la pantalla, ya que si es una estafa vendrán diez letras más añadidas al nombre de la página original o ni siquiera aparecerá el mismo.

También debe comprobarse que antes de la dirección aparezca el candado de seguridad que figura en casi todas las páginas oficiales, así como tener restricciones en el buscador empleado, que debería ser habitual para garantizar la seguridad. Otra advertencia que menciona el sargento González al efectuar operaciones en internet es la elección del medio de pago adecuado. "No es lo mismo pagar con tarjeta que realizar un ingreso en cuenta, ya que este último sistema permite saber quién es el destinatario, aunque hay que conservar el resguardo en caso de querer presentar una denuncia", comenta el jefe del Equipo de Estafas Telemáticas.

La Guardia Civil alerta además del surgimiento de una nueva modalidad de estafas que utiliza como cebo los apartamentos de vacaciones, para lo que aprovecha el interés de los consumidores por hacerse con ellos en estas fechas. "No es excesivamente común en Galicia, pero sí en Cataluña o Levante", según González, quien detalla que los delincuentes borran estas páginas en cuanto consiguen alquilar una decena de pisos.

A esto se suman los casos de simulación de delito al solicitar devoluciones de cargos por una supuesta acción fraudulenta de una empresa, con la que en realidad existe un contrato comercial, por lo que se utiliza a la Justicia para recuperar el dinero abonado. González advierte que esta actuación supone un delito castigado penalmente. La Guardia Civil denunció en los últimos días a una vecina de Oleiros que reclamó a un banco la devolución de una cantidad cargada en su cuenta por tratarse de una estafa, aunque en realidad era el pago de un préstamo que había suscrito con una empresa, como comprobó el Equipo de Estafas Telemáticas.