La Fiscalía pide seis años de prisión para una mujer por estafar 1,47 millones de euros a su empresa, dedicada a la carpintería, en la que trabajó durante veinte años, hasta que fue despedida en 2010. El juicio comenzará este jueves en la Audiencia Provincial.

Según expone el Ministerio público en su escrito de acusación, la mujer, de iniciales M.A.R., se aprovechó de la confianza de los tres socios de la compañía, tres hermanos. La funciones de la mujer en la empresa eran llevar la contabilidad, las relaciones con las entidades bancarias y efectuar pagos y cobros, siempre con la autorización de los socios. Se hacía cargo, por tanto, de la gestión financiera y tributaria de la compañía.

Para obtener dinero en su propio beneficio, y sin que se diesen cuenta los propietarios de la sociedad, pasaba a la firma de uno de los socios un listado de documentos de reintegros de efectivo del banco en el que figuraba una cantidad que después cambiaba por otra superior, concluye la Fiscalía. La diferencia se la quedaba la acusada.

Además, en los primeros y últimos días de cada mes, pedía la firma al mismo socio para el pago de las nóminas. El documento, elaborado a través de una impresora, recogía la cantidad para pagos de nóminas mediante talones nominativos y transferencias, así como un concepto de retiro por caja en efectivo, en el que no aparecía ninguna cantidad cuando se precisaba la firma. Una vez el documento volvía a la acusada, ya firmado, esta añadía una cantidad de dinero escrita a máquina que luego retiraba en efectivo, según el Ministerio público.

Para evitar sospechas, entregaba a los socios unos listados de movimientos que previamente había falsificado. Hacía recortes de otros listados para pegarlos encima de los reintegros en efectivo, cargo de cheques y otro tipo de movimientos. Finalmente, hacía una fotocopia de los documentos alterados para que los propietarios no se diesen cuenta de las cantidades que había retirado. Al margen de esto, la mujer ingresó seis cheques con valor de 153.000 euros a una cuenta de una entidad financiera de la que era titular junto a su marido, fallecido.

La acusada estuvo de baja en dos ocasiones pero continuó controlando los pagos. En el segundo periodo de baja, que finalizó en abril de 2010, los socios de la compañía notaron un descuadre entre el saldo de la cuenta y el que figuraba en los extractos bancarios por importe de 1,47 millones de euros, por lo que la mujer fue despedida. La Fiscalía, que califica los hechos como constitutivos de delito de falsedad documental mercantil y estafa, pide seis años de cárcel y una multa de doce euros diarios durante doce meses. Además, solicita que la mujer indemnice a la empresa devolviendo la cantidad total sustraída.