El conductor de 19 años que el sábado 28 de octubre a las cinco de la madrugada atropelló y mató en el paseo marítimo de A Coruña a un joven de 24atropelló y matópaseo marítimode A Coruña con el que se había peleado en las puertas de un pub del Orzán será acusado de asesinato por la familia de la víctima. El sospechoso, de iniciales J.G.V.O, admitió ante la policía tras su arresto que al encontrarse "por casualidad" con los tres jóvenes con los que se había peleado en el Orzán puso el coche en cuarta, lo aceleró hasta 90 km/h y los embistió. El investigado por homicidio, que dio positivo en alcohol, pero una tasa inferior a 0,60, por lo que solo conlleva una multa, insistió en que su intención era asustarlos.

La familia de la víctima, personada en el caso como acusación particular, sostiene que el único objetivo del conductor era matar al joven con el que se había enfrentado en la zona de copas del Orzán por asuntos relacionados con una chica. Para ello, utilizó el coche como arma. El fallecido, siempre según la versión que defiende la acusación particular, careció de la mínima posibilidad de defensa, pues fue arrollado de forma sorpresiva cuando cruzaba hacia los soportales del paseo marítimo acompañado de dos amigos. El impacto fue tal que murió en el acto. El detenido, además, se dio a la fuga, por lo que advierte de que debe ser condenado por cometer un delito de omisión del deber de socorro. La Policía Local interceptó esa misma noche al investigado en las inmediaciones de la estación de tren.

El conductor admitió en su declaración que pudo haber esquivado a los peatones, que cruzaban fuera de paso a la altura del centro de salud San José, pero que optó por girar hacia ellos porque esa noche lo habían agredido y estaba enfadado. La brusca maniobra que realizó para embestirlos fue grabada por las cámaras del paseo marítimo. Fuentes de la Policía Local aseguraron entonces que las imágenes dejan "muy claro" que el atropello había sido deliberado. Una de las víctimas, J.B., de 24 años, salió despedida hacia las vías del tranvía y falleció por el impacto. Uno de sus amigos sufrió lesiones en una pierna y, el tercero, resultó ileso. El sospechoso reconoció que giró para alcanzar a los jóvenes, pero subrayó que su único objetivo era darles un susto y que en ningún momento tuvo intención de acabar con sus vidas.

La familia del conductor demandó su libertad después de que el Juzgado de Instrucción número 8 de A Coruña, que es el que estaba de guardia la semana que sucedieron los hechos, decretase su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza, al tiempo que alegó que el presunto autor de un delito de homicidio había actuado por "rabia" y "sin intención de matar". Las amigas, la novia y la tía del conductor achacaron los hechos a la "sangre caliente" del acusado. En el vehículo viajaban otras tres personas, una menor de 17 años, una adolescente de 18 y el primo del conductor, de 20. Todos defendieron que pretendía asustar a la víctima.