La Fundación de la Universidade da Coruña es la adjudicataria del contrato mediante el que se desarrollará un programa informático que permitirá detectar situaciones límite en los movimientos de los buques en el puerto exterior. Esta iniciativa, que tendrá un coste de 59.834 euros para la Autoridad Portuaria, forma parte del proyecto Smartport, puesto en marcha en 2015 y que pretende dotar de ayudas tecnológicas a la gestión del puerto y a la toma de decisiones.

La ubicación de la nueva dársena en punta Langosteira, un lugar batido con frecuencia por olas de gran altura y fuertes vientos, supuso un desafío a la hora de construir las instalaciones, cuyo proyecto fue modificado sobre la marcha para mejorar las condiciones en las que habrían de operar los buques. Fue así como se introdujo el contradique para reducir el impacto del oleaje en el interior del puerto, que ya ha servido como refugio para navíos que se encontraban en dificultades por averías.

Pero Langosteira aún debe superar el reto que supondrá el inicio de la actividad de buques petroleros y gaseros cuando se efectúe el traslado de la terminal portuaria de Repsol, a la que se unirá la de Oil Deposit Corunna, la distribuidora de combustibles que también operará en estos muelles.

Para contar con un apoyo más efectivo al gestionar la dársena exterior, la Autoridad Portuaria encargó ahora el programa informático que alertará de la existencia de situaciones de riesgo. Al integrarse en Smarport, esta información formará parte de la que se maneje dentro de un sistema que automatizará las operaciones más destacadas que se llevan a cabo tanto en los muelles interiores como los exteriores. Otra de sus características es que estarán conectados a él todos los departamentos del Puerto, las empresas que trabajan en sus instalaciones, las que prestan servicios e incluso el Concello, además de otras administraciones.

Smartport permitirá conocer en tiempo real la situación de cada buque, las previsiones de llegadas y salidas, así como los retrasos e incidencias que se produzcan en sus movimientos. Todos estos datos se transmitirán al momento a empresas, prácticos, remolcadores y estibadores para que tomen decisiones en su campo de actividad.