El alcalde, Xulio Ferreiro, justificó ayer su decisión de destituir, la semana pasada, a su jefe de prensa, Rodri Suárez, por razones "meramente operativas, de confianza y de organización del trabajo interno", y negó que hubiera obedecido a motivos políticos. Ferreiro, quien agradeció al exresponsable del gabinete de comunicación del Ayuntamiento "su trabajo inmenso en este tiempo", admitió que no le había resultado una "decisión agradable".

El periodista aseguró en un correo electrónico de despedida que su salida del Ayuntamiento "no fue de mutuo acuerdo" y dejaba entrever discrepancias con algún miembro del equipo acerca de la estrategia sobre el proyecto inicial de Marea Atlántica.