Los okupas tienen un plazo de ocho días para abandonar la antigua Comandancia de Obras, donde se instalaron en octubre de 2016. El cronómetro comenzará a contar el día en el que reciban la notificación del Ayuntamiento en la que los insta a irse de forma voluntaria. Si no lo hacen, serán desalojados por la policía. El alcalde, Xulio Ferreiro, informó ayer de que las alegaciones que presentaron para evitar el desalojo fueron desestimadas porque no aludían a las cuestiones jurídicas planteadas por el Concello, sino a otras que no tienen que ver con el procedimiento.

Los afectados, que mantienen en el lugar el denominado Centro Social Okupado A Insumisa, ya advirtieron de que no se marcharán por su propia voluntad, pues defienden el buen funcionamiento de las actividades que llevan a cabo en el recinto. Los okupas acusan al Gobierno local de "copiar" su programación para incluirla en el proyecto que desarrollará en el recinto, un centro de actividades juveniles denominado Naves do Metrosidero. "Tendréis que desalojar el centro social, lo que tiene un corte represivo y violento", advirtió una de las asistentes al primer encuentro que mantuvieron con representantes del Gobierno local en el centro cívico de la Ciudad Vieja.

La edil de Participación e Innovación Democrática, Claudia Delso, y el responsable de Rexeneración Urbana e Dereito á Vivenda, Xiao Varela, les explicaron que A Coruña "no puede permitirse" perder el más de un millón de euros que el Ministerio de Fomento destinará a la reforma de las instalaciones. "No podemos privar a la ciudadanía de ese equipamiento", subrayó Delso.

El pasado sábado se celebró la primera reunión, a la que asistieron más de una veintena de voluntarios, para diseñar lo que serán las bases de las Naves do Metrosidero, un proyecto pensado para que los jóvenes tengan un espacio para la creación y para hacer deporte, así como actividades culturales. "Las obras podrían comenzar mañana si las personas de A Insumisa abandonasen las instalaciones", señaló Delso. Los okupas acudieron al encuentro para mostrar su rechazo al desalojo, que se ejecutará en los próximos días, tal y como informó ayer el alcalde. Una vez se libere el espacio, iniciarán los trabajos para reconvertirlo en las Naves do Metrosidero.