Lui Costas / Pablo López.A Coruña

La federación de asociaciones de vecinos Salvador de Madariaga y la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería presentaron ayer sus alegaciones a la ordenanza antibotellón en las que exigen al Gobierno local que prohíba las concentraciones nocturnas en la vía pública para el consumo de alcohol. Los vecinos ya aclaran en su exposición de motivos que consideran el botellón un "fenómeno antisocial", que nada tiene que ver con el "modo novedoso de socialización de la juventud" recogido en el anteproyecto de ordenanza y reclaman que el Ejecutivo municipal haga prevalecer el derecho al descanso de los ciudadanos. Los hosteleros también reclaman la prohibición y que el Ayuntamiento se comprometa a impedir el botellón en el articulado de la norma.

El modelo de ordenanza propuesto por la federación Salvador de Madariaga prohibiría "las concentraciones de personas en la vía pública que alteren la normal convivencia ciudadana, de manera especial durante las horas de descanso nocturno" y reservaría el consumo de alcohol a los "locales de hostelería expresamente autorizados al efecto".

Los vecinos incluyen en sus alegaciones la prohibición expresa de consumir alcohol en la vía pública salvo en acontecimientos "de especial relevancia", para los que el Gobierno local tendría que dar un permiso a una comisión organizadora que asumiría la responsabilidad sobre la seguridad y el orden de la fiesta. La agrupación de residentes que dirige Juan Sáenz-Chas apuesta por penalizar el consumo de alcohol en la vía pública y todas las concentraciones nocturnas que impidan el descanso de los vecinos y canalicen el ocio nocturno juvenil hacia una "ciudad del ocio". Este complejo sería un gran centro comercial con establecimientos de hostelería libres de alcohol, como "zumilandias" o "bocadillerías", tiendas de ropa y deporte y pistas deportivas, juegos de mesa y de ordenador que sirvan como alternativa al consumo de alcohol.

El presidente de la federación Salvador de Madariaga, Juan Sáenz-Chas, valoró en una rueda de prensa conjunta con la asociación de hostelería que el Ayuntamiento haya decidido regular esta práctica "tras ocho años de inactividad" y confió en que escucha la "propuesta constructiva" presentada por su agrupación.

Para el presidente de la Asociación Provincial de Hostelería, Héctor Cañete, el anteproyecto de ordenanza municipal, para regular la convivencia y el ocio en el espacio público de A Coruña, hace un diagnóstico equivocado del problema del botellón, por calificarlo como un modelo de ocio "nuevo y alternativo". Cañete considera que el botellón empezó ya hace décadas, como una "práctica minoritaria, casi marginal" de jóvenes que se reunían alrededor de "litronas de cerveza y calimocho" y que ahora se ha extendido a sectores con mayor poder adquisitivo que consumen "bebidas de alta graduación en la calle, con el problema sanitario que eso supone". Buena parte de las alegaciones de los hosteleros se centran en la redacción del prólogo de la norma, que consideran "demoledor" aunque también se detienen sobre la regulación del consumo de alcohol al aire libre. Los profesionales de la hostelería proponen que el texto incluya no sólo la prohibición del consumo de alcohol en la calle sino que destaque que el Ayuntamiento "impedirá" que se produzca, sobre todo cuando se acompañe de "conductas que perturben el derecho de las personas al descanso nocturno entre las once de la noche y las siete de la mañana". Los hosteleros sin embargo excluyen de la norma "las manifestaciones populares debidamente autorizadas, así como tras fechas y fiestas patronales o populares". Desvinculan esta norma de sus establecimientos, que según especifican en su propuesta "se regirán por su propia normativa de aplicación", incluídos aquellos que tengan espacios al aire libre anexos.

A las alegaciones presentadas ayer por estas dos agrupaciones se unirán hoy las de los residentes de la Ciudad Vieja y, antes del día 28, las de la plataforma antibotellón.