Más grande, más polivalente y con más espacios verdes y peatonales en sus alrededores. Así será el nuevo Riazor siempre y cuando prospere la candidatura coruñesa para ser sede del Mundial 2018 o 2022. El primer teniente alcalde del Ayuntamiento de A Coruña, Henrique Tello, y el concejal de Deportes, Xan Cajigal, presentaron ayer el Plan director de remodelación de Riazor, con el que la ciudad aspira a convertirse en sede mundialista en caso de que fructifique la candidatura Ibérica, conjunta entre España y Portugal. El proyecto, que cumple con todas y cada una de las exigencias de la FIFA, incluye la construcción de un nuevo estadio sin pistas de atletismo con capacidad para 45.000 espectadores y la radical transformación de toda la zona que ocupa actualmente el campo de fútbol y sus alrededores.

De ejecutarse el proyecto, sólo seguirían en pie tal cual el Palacio de los Deportes y la Casa del Agua. Lo demás, sería todo nuevo, incluido un paseo peatonal por la calle Manuel Murguía -el tráfico transitaría bajo el subsuelo- y tres torres de 4.000 metros de planta cada una que se ubicarían en el actual emplazamiento del Frontón Municipal y la Piscina de Riazor. Esas tres torres combinarían diferentes dotaciones deportivas, incluida una piscina, con zonas destinadas al sector servicios en las plantas superiores. Además, las actuales polideportivas I y II, a las que se accede por la avenida de La Habana, se sustituirían por un recinto polifuncional para la práctica de las más diversas disciplinas. En sus plantas inferiores habría tres o cuatro pistas de entrenamiento sin gradas y en las más elevadas se contempla la construcción de dos polideportivos con graderíos: uno para 900 espectadores y otro para 300.

El nombre, en el aire

El coste estimado de la actuación -cuyas obras durarían sólo un año, según los técnicos municipales- es de 170 millones de euros. Una parte de esa cantidad, todavía sin determinar, sería de origen público. El resto lo aportarían entidades privadas interesadas en la explotación de la zona. Incluso no está garantizado que el nuevo recinto se llame igual que el actual, Riazor, sino que podría adoptar el nombre de algún patrocinador, como en Mallorca el Ono Estadi. Tanto Tello como Cajigal pidieron la implicación en el proyecto tanto de las administraciones públicas como de las entidades financieras y del capital privado. Sólo así, según ellos, podrá convertirse en realidad. El plan pretende ir mucho más allá de la construcción de unas infraestructuras deportivas de primer orden sino que aspira a convertir Riazor en una zona singular y de referencia, que sirva de impulso económico para la ciudad y a la vez mejore la calidad de vida de los ciudadanos. Ese "valor añadido" al que se refirió Tello es la principal razón por la que el Ayuntamiento prevé realizar una actuación importante en la zona incluso aunque A Coruña no sea elegida finalmente para albergar el Mundial, si bien en ese caso el proyecto que se ejecutaría no sería tan ambicioso como el inicial.

A finales de mes A Coruña deberá pasar un nuevo corte para seguir entre las precandidatas. Siete ciudades de las que optan a albergar el Mundial se quedarán fuera y el número de aspirantes se reducirá a diecinueve: quince españolas y cuatro portuguesas. La FIFA decidirá antes de final de año si la Candidatura Ibérica es la elegida para organizar la segunda mayor competición deportiva del mundo, sólo por detrás de los Juegos Olímpicos. "Esos dos eventos son los que te sitúan en el mapamundi en cuanto a ciudad y A Coruña no se podía permitir el lujo de quedarse fuera. Ahora que estamos lanzados para ser una ciudad que cuente y dotar a A Coruña de un elemento referencial, tenemos que apostar decididamente por este proyecto", apuntó Tello. Xan Cajigal fue más allá al elevar a "cuestión de Estado" la carrera coruñesa hacia el Mundial: "Tiene que ser una instalación al servicio de la ciudad y que no sólo se aproveche una vez cada quince días sino que sea polivalente y atienda a todas las necesidades de la ciudad, no sólo deportivas". El concejal de Deportes garantizó que ese nuevo estadio, cuyo techo podría ser retráctil, estará acondicionado para albergar otro tipo de eventos, como conciertos y otros espectáculos.