En la liturgia previa, concentración extrema con el corazón a mil, Fernando Alonso chupa los auriculares de la radio y se los ajusta en los oídos. Se coloca el verdugo, el casco, recibe el último aliento y salta al monoplaza. Queda solo ante la pista, con la voz de Andrea Stella en la oreja vuelta tras vuelta, dato va, dato viene. Los ojos del ingeniero italiano son los del piloto en el enorme tramo de pista que no controla. Por su voz fue conociendo en Abu Dabi que iba a perder el Campeonato del Mundo. La tercera corona se le escurrió poco a poco, tras una estrategia equivocada.

No se le pudo poner a Ferrari mejor el fin de semana después de un gran trabajo el sábado. Alonso salía tercero y sólo debía mantener su puesto, incluso podía perder uno, para ganar el campeonato. El asturiano jugó conservador en la salida. No entró a la batalla con Button y le dejó avanzar. Cuarto.

Sutil embistió a Schumacher y abrió las puertas al caos. Coche de seguridad al canto y seis pilotos que apuestan fuerte. Entre ellos, Rosberg y Petrov, que luego serían jueces involuntarios del Mundial. Adelantan su parada a la segunda vuelta y se catapultan en la carrera.

Webber pierde ritmo, con problemas de neumáticos y pasa por el garaje antes de los previsto. Siembra la duda en Ferrari, que prueba simulaciones desde el muro. Y toman la peor decisión. La de mandar al asturiano a "marcar al hombre" a Mark Webber.

Pero lo que hicieron fue mandarle al matadero, por delante del australiano, sí, pero atrapado en medio del tráfico, en un atasco con Petrov y Rosberg en el que perdió tanto tiempo que hasta Kubica al final le aguantó la posición pese a su visita a los garajes.

Temía Ferrari que si aguantaba en pista, los neumáticos blandos, con graining al principio, pero que se mantuvieron después en otros coches, condenaran a su piloto a perder la posición en su cambio a última hora.

Todo lo fue sabiendo Alonso por la radio, impotente, sin poder adelantar al Renault del ruso. Cuando no quedaba recursos, Andrea Stella chilló a la desesperada. "Usa todo tu talento". No fue suficiente.

De la Rosa apoya al asturiano

El piloto español Pedro de la Rosa explicó que, pese a no haber podido ganar su tercer título mundial de Fórmula 1, Fernando Alonso "es y ha sido" el mejor de la temporada que el domingo acabó en Abu Dabi, y que Ferrari debe darle "un coche que esté a la altura del mejor".

"Nos habíamos hecho ilusiones de que el milagro era posible. Tan cercano lo hemos llegado a ver que incluso nos hemos ido ilusionado día a día pensando que Vettel jamás ayudaría a Webber para acabar descubriendo que al final ha sido éste el que más ha ayudado a su compañero de equipo", afirmó el piloto catalán, que condujo un Sauber parte de la temporada.