El OAR tiene que ratificar en casa las dos victorias consecutivas lejos de su feudo que viene de cosechar en las dos últimas semanas, en las que ganó al Cafés Toscaf en Avilés y al Seis do Nadal en Vigo. Tendrá que hacerlo, sin embargo, contra uno de los gallos de la categoría, el Balonmano Lalín, que se presenta al partido, además, con el orgullo herido después de perder en su última pelea que lo enfrentó al conjunto asturiano del Cafés Toscaf, colista de la tabla de Primera Estatal. Esto complica todavía más la faena de los herculinos, que esta tarde (18.00 horas) en el Pabellón de San Francisco Javier, quieren seguir con la trayectoria ascendente que los ha dejado a sólo tres puntos del tercer clasificado.

Pablo Aguirregabiria, técnico de los oaristas, ya avisó durante la semana que la cancha coruñesa tiene que convertirse de nuevo en un fortín inexpugnable. Por eso recordó que estuvieron cerca de tres años sin perder en San Francisco Javier, algo que deben repetir si quieren volver a estar arriba. En lo que respecta al juego, el entrenador coruñés destaca que por fin han encontrado la contundencia defensiva perdida con la marcha de Marc Navarro, Avelino Solís y Nano Vázquez, y la lesión de Iago Acuña. Su juego se basa en "un sistema defensivo muy abierto y con mucha profundidad que combina el 3-3 y el 3-2-1 con eficacia" y, también, "el jugar arriba con muchos pases para desquiciar al contrario, sobre todo si nos plantea una defensa 6-0", confiesa.

La velocidad de movimientos también es una característica clave para el nuevo OAR, debido sobre todo a las condiciones de sus jugadores, la mayoría muy jóvenes, con poco peso y altura. Miguel Lozano es la pieza clave del esquema, tanto en ataque como en defensa, igual que Aitor Fernández, que está cuajando una gran campaña. Pablo Aguirregabiria podrá contar con todos sus efectivos para el partido de esta tarde, incluido el portero dezano Alberto Mariño, que se reencontrará con su ex equipo, en el que hizo sus primeras paradas.