Desfile de peritos, todos ellos a propuesta de la defensa de Horacio Gómez, por la sala número uno del Juzgado Mercantil de Pontevedra, donde se examina la culpabilidad del expresidente y su exdirector general, Alfredo Rodríguez, en la entrada en concurso del Celta. Los expertos, al contrario que la administración concursal, entienden que Gómez y su colaborador no cometieron ninguna irregularidad en la gestión del club. Varios coinciden en señalar que la necesidad de solicitar el concurso se debe al descenso de 2007, que sucedió ya con Carlos Mouriño al mando.

Luis Aurelio Martín, que elaboró un informe junto a Esther Alfonso, se muestra rotundo al hablar de la entrada en concurso: "Para mí, como administrador concursal y conocedor del mundo del fútbol, la razón es la pérdida de categoría. Solo Xerez y Mallorca han ido a concurso sin descender". Un total de 21 clubes españoles han pasado por ese trance o están en trámites.

Martín menciona efectos de ese descenso de 2007, como "la disminución de ingresos de televisión, de 12 millones a 2, o de la quiniela, de 1 millón a 0,5". Carlos Mantilla cifra en total esa reducción de ingresos al bajar a Segunda "en 20 millones, de 26 a 6. El problema fundamental para entrar en concurso es el descenso".

A juicio de estos expertos, el Celta no sufría ninguna situación de insolvencia durante la etapa de Horacio Gómez. Secundan la postura de aquella directiva de no provisionar las actas recurridas a Hacienda por valor de 18 millones. Federico Cruz menciona que las referidas al IVA cobrado por derechos de imagen "las ganan todas los clubes. Son casos clarísimos. Cualquier persona razonable podía pensar en hacer valer sus derechos".

Sobre las que se refieren al IRPF por pagos a sociedades extranjeras de gestión, que la Agencia Tributaría considera parte del salario de los jugadores, añade Falcón: "Varias se están ganando por falta de pruebas". La Audiencia Nacional ha dado la razón al Celta en una causa por valor de 1,1 millones y otra de 61.000 euros. Tiene varias actas más recurridas. En consecuencia, y según Federico Cruz, "el Celta tenía que tomar una decisión y al final acertó".

Mantilla amplía los casos: "El Celta ha ganado en el Tribunal Económico-Administrativo Central (TEAC) un acta, que ha pasado de 8 millones a 3,4. Imaginemos que el Celta provisiona por 8 en 2003 y entra en causa de disolución. En 2007 el TEAC le da la razón, pero ya es imposible recuperar al equipo de fútbol".

Es por esa incertidumbre respecto a ejecución y valoración que los peritos aprueban la no provisión de las actas ("hubiera sido temerario hacerlo", afirma Martín; "rotundamente no se deben provisionar", declara Mantilla). Resulta lícito porque se consignó la existencia de esas posibles deudas con Hacienda en la memoria, "de forma que se proporcionaba toda la información necesaria y se daba la imagen fiel de la sociedad", indica Martín. "En el informe los administradores hablan de irregularidades relevantes, pero serían en todo caso errores de interpretación". El concurso sería entonces "fortuito".

Turno para Carnero y Del Campo

La vista oral sobre el incidente concursal alcanza su tercera jornada tras la declaración de los imputados, que ocupó el primer día, y la de los peritos, ayer. Hoy pasarán por la sala número uno del Mercantil de Pontevedra cinco testigos, todos ellos propuestos por Javier Búa, que defiende a Horacio Gómez.

Actuarán como testigos dos directivos de la etapa de Gómez: Fernando Mosquera, que actuaba como secretario, y Roberto Prieto, apoderado de la Fundación. También declararán el exgerente Sabino López, el exdirector deportivo Félix Carnero y Pablo Viana, que trabajaba como asesor legal del club celeste.

Una de las intervenciones más esperadas por su relevancia es la de Carlos del Campo, secretario general de la Liga de Fútbol Profesional. La patronal de clubes está muy interesada en este proceso judicial, pues lo que se sentencie sentará jurisprudencia respecto a fórmulas de gestión que han sido comunes en el fútbol español.