Al Compostela le bastó el primer cuarto de hora para deshacerse de un Orzán que no salió metido en el partido y a los doce minutos ya perdía por tres goles a cero. Las jugadoras de Manu Sánchez comenzaron con poca concentración y las santiaguesas lo aprovecharon a la perfección para sentenciar el encuentro en los primeros minutos. Las aurinegras redujeron distancias con un gol de Culé en la segunda parte.