Lastrado por su fragilidad defensiva, el Deportivo apenas había podido mantener su portería a cero en las jornadas disputadas hasta la fecha. Antes de visitar el Nuevo Arcángel para enfrentarse al Córdoba, los blanquiazules tan solo habían sumado dos encuentros sin encajar ningún gol. Fue en el debut ante el Recreativo en Riazor (1-0) y en la goleada al Guadalajara (4-0) que siguió a la debacle de Alcorcón. Pero hasta ahora nunca había logrado mantener imbatida su portería lejos de casa, ni siquiera en la victoria ante el filial azulgrana (2-3).

Fruto de esta debilidad, el conjunto de Oltra acumula 12 goles en contra en lo que va de campeonato. Equipos como el Sabadell, Hércules o Guadalajara, que hasta ahora han marcado el ritmo de cabeza, basan su éxito en la solidez defensiva. El resultado de ayer, sin embargo, permite a los blanquiazules maquillar estas cifras -el Deportivo tiene ahora un porcentaje de goles positivo- y de paso volver a sumar una victoria después de las últimas decepciones.

El triunfo a domicilio, el segundo que consiguen los de Oltra esta temporada después del logrado en el Mini Estadi ante el Barcelona B, llega también justo en el momento en el que el estilo de juego del equipo estaba más cuestionado, incluso desde el interior de la plantilla. Los jugadores habían asumido la endeblez defensiva como uno de los riesgos que entraña el modo en el que plantean los partidos. Voces como la de Valerón o Aranzubia vaticinaron que en cuanto los jugadores asimilasen los automatismos de juego, los desajustes desaparecerían. La voluntad de la plantilla se trasladó ayer al césped del Nuevo Arcángel para recuperar la solidez, despejar las dudas surgidas durante las últimas semanas y acabar por primera vez con la portería imbatida durante un partido lejos del estadio de Riazor.