La seleccionadora nacional de natación sincronizada, Anna Tarrés, ha expresado su perplejidad por la decisión del presidente de la Real Federación Española de Natación (RFEN), Fernando Carpena, de no renovar su contrato, que expira el próximo 31 de diciembre, y afirmó que su "pecado ha sido pedir más recursos".

"Estoy perpleja, sorprendida, sin palabras", apuntó Anna Tarrés en declaraciones a 'Radio Marca' que recoge Europa Press, después de que anoche recibiera la llamada de Fernando Carpena en la que le comunicaba que no le iban a renovar.

"Me comentó que habían trazado una ruta de trabajo y no entraba en sus planes. Me tomé mi tiempo de reflexión, llamé a mi marido y mientras, el presidente estaba llamando a Andrea Fuentes para decirle que no iba a seguir", manifestó.

Acerca de los motivos por los que cree que no le van a renovar, Tarrés señaló que ha trabajado mucho en todo el tiempo que lleva al frente del equipo de natación sincronizada. "Mi pecado ha sido pedir más recursos. Llevo 15 años en la Federación y no ha pasado nada. Este señor lleva cuatro años allí, el día a día es muy duro e intentando sobrevivir en un deporte minoritario creando equipo", indicó.