Dinamarca venció ayer a Croacia en la otra semifinal del Mundial de balonmano disputada en el Palau Sant Jordi de Barcelona por 30-24 y se enfrentará a la anfitriona España en la gran final de mañana (19.00 horas, La 1).

Los daneses no son un rival fácil porque son los actuales campeones de Europa y subcampeones del mundo en 2011, y tendrán ante sí la oportunidad de conquistar el primer Mundial de su historia. Pero se enfrentarán al conjunto que juega en casa y que busca su segundo título.