El base catalán de los Timberwolves de Minnesota Ricky Rubio anotó la canasta decisiva para que su equipo lograse una ajustada victoria (107-101) en el encuentro ante los Pistons de Detroit en la noche con menos acierto del jugador, un triunfo que dedicaron a su técnico Rick Adelman, quien celebró su triunfo número 1.000 como entrenador de la NBA.

Rubio llegó a fallar hasta 12 lanzamientos antes de lograr su primera y única canasta, a 54 segundos del final. Este acierto fue decisivo, ya que los rivales se habían puesto a tan sólo un punto. Finalmente, Minnesota logró la victoria. De este modo, Adelman se convierte en el octavo en entrenador en pasar la barrera de los mil triunfos, siendo el segundo en activo junto a George Karl.

Pese a su poco acierto, el base catalán estuvo bien en otras facetas, ya que anotó 8 de los 9 tiros libres que lanzó y concluyó con 10 puntos, 5 rebotes, 6 asistencias y 5 robos de balón.

Por su parte, Calderón aportó 6 puntos, 4 asistencias, 2 rebotes y 3 robos de balón en los 27 minutos de los que dispuso. Fue defendido por Ricky pero también durante muchos minutos por Barea.