El Valencia ganó por 3-1 al Mónaco y mantiene sus opciones de estar en la Liga de Campeones, tras un partido de ida en el que su rival fue superior hasta el descanso, pero en el que los locales supieron aprovechar su acierto de cara a puerta y, sobre todo, su mejoría en el segundo tiempo.

El partido comenzó con el 1-0 marcado por Rodrigo en la primera oportunidad de que dispuso el Valencia, en una acción en la que sus atacantes estuvieron muy listos y a la zaga del Mónaco le faltó concentración.

A partir de esa jugada, registrada en el cuarto minuto de juego, el conjunto visitante se adueñó del balón y empezó a manejarlo con comodidad en el terreno valencianista, aunque sin profundidad, ya que la zaga local le tapaba bien todos los huecos.

En una de sus múltiples aproximaciones al área, Bernardo Silva envió el balón a la base del poste derecho del equipo valenciano (m.32) gracias al rechace de Ryan en una de las más claras ocasiones para los visitantes del primer periodo. Poco después, en otra buena jugada del Mónaco, el gol que marcó Martial no subió al marcador por fuera de juego.

El Valencia fue de menos a más y llegó al minuto 45 más necesitado del descanso que su rival para tratar de encontrar las ideas que en la primera mitad no había tenido. Lo que no había logrado el Mónaco en el primer periodo, lo consiguió en la primera aproximación de la segunda, cuando tras una buena penetración por la izquierda, Pasalic, desde cerca, hizo el 1-1.

El Valencia dio entrada a Piatti por De Paul para tratar de resolver sus problemas y se encontró con el premio del gol antes incluso de variar su juego, precisamente en un pase de Piatti que Parejo resolvió desde cerca.

El marcador volvía a ser favorable al Valencia, que también dio entrada a Javi Fuego para dar equilibrio a la medular y prescindió de Alcácer, que apenas se había dejado ver, por lo que poco a poco su juego se mostró más fluido ante un rival que estaba muy lejos de tener el balón como lo había hecho hasta el descanso.

El partido era mucho más igualado que en la primera mitad, el Valencia controlaba muchas facetas del juego y, aunque el Mónaco no renunciaba a nada, el equipo local tenía mucha más profundidad.

El choque en Mestalla entró en los minutos finales con los dos equipos conscientes de que recibir un gol era demasiado premio para el rival y expusieron lo justo, pero en ese tramo del encuentro el Valencia fue más listo que su rival y aprovechó su oportunidad para lograr un tercer gol que invita al optimismo.