El veterano Justin Gatlin, de 33 años, ha progresado tanto desde su regreso a las pistas tras cumplir su pena por dopaje que su choque con el rey de la velocidad, Usain Bolt, en la final de 100 metros se ha convertido en el duelo más esperado de los campeonatos del mundo que se disputan en Pekín.

A juzgar por sus marcas del año -Gatlin lidera con 9.74, Bolt sexto con 9.87-, el estadio pequinés de El Nido acogerá mañana la final mundialista con el pronóstico más incierto de las que se han celebrado en el último decenio.

El jamaicano Usain Bolt se enfrentará en Pekín al reto más complicado de su carrera desde que se erigió en la máxima estrella del atletismo, pero en el pasado se ha visto ya en situaciones similares y siempre supo estar a punto en el momento justo.

Hace dos años una sombra de duda viajó con Bolt a los Mundiales de Moscú. Dos meses antes, en la Golden Gala de Roma, fue derrotado por Gatlin. Por una sola centésima, pero el norteamericano pudo presumir de ser el primero que batía al jamaicano en un año. Sin embargo, nadie inquietó a Bolt en la final de los Mundiales: batió por 8 centésimas a Justin Gatlin, que había tomado la delantera en la primera mitad.

En 2012, el jamaicano se presentó en los Juegos de Londres con dos derrotas a sus espaldas, esta vez ante su compatriota Yohan Blake en los campeonatos nacionales, tanto en 100 como en 200, y en la hora suprema revalidó su triplete olímpico de Pekín.

Una lesión en la pierna izquierda obligó al ser humano más rápido de la historia (9.58 en 100, 19.19 en 200) a renunciar este año a los mítines celebrados en París y Lausana y a visitar nuevamente la consulta que el alemán Hans-Wilhelm Müller-Wohlfahrt tiene en Múnich.

El galeno confirmó que Bolt tenía "la articulación sacro-ilíaca bloqueada, lo que restringe sus movimientos y crea una presión en la rodilla y el tobillo". Su marca de 9.87 en Londres, el 24 de julio, autoriza ya a pensar que Bolt está de regreso y a punto para el Mundial de China.

Gatlin, que lleva ya este año nueve controles de la USADA (Agencia Estadounidense Antidopaje), además de los que pasa a petición de otras instituciones, ha mejorado sus marcas personales tanto en 100 como en 200 metros (9.74 y 19.57). Con 33 años, está cada vez más rápido, más que en la época en la que se dopaba.