El keniano David Rudisha recuperó el título mundial de 800 cuatro años después y la etíope Genzebe Dibaba, la más pequeña de la ilustre saga, se doctoró al aire libre en 1.500 después de haber batido el récord del mundo cuatro semanas antes.

Rudisha, campeón olímpico y plusmarquista mundial de 800 en Londres 2012, recuperó gran parte de sus facultades para hacerse con su segundo título mundial con un tiempo de 1:45.84, dejando atrás un largo periodo de penurias físicas.

Oro también hace cuatro años en Daegu, Rudisha controló la carrera desde su paso por el 400 en 54.15 y no sufrió agobios en la recta para mantener la punta. Le acompañaron en el podio dos europeos, el polaco Adam Kszczot (1:46.08) y la nueva sensación de la distancia, Amel Tuka, que dio a Bosnia su primera medalla en unos Mundiales.

Mientras tanto, solo un mes después de hacerse con el récord mundial de 1.500, la etíope Genzebe Dibaba trasladó su recién estrenada hegemonía al Mundial con una victoria sin oposición en una carrera que hizo en cabeza los últimos 700 metros. El alto ritmo sostenido por Dibaba durante casi dos vueltas dejó a sus adversarias sin piernas al final y cortó de raíz todo conato de sorpresa. Venció con un tiempo final de 4:08.09.

Con 700 metros por delante tomó la cabeza y se llevó consigo a Kipyegon, a Seyaum y a Hassan, pero ninguna de las tres pudo acercarse, siquiera, a la nueva campeona en el último giro.