El Villarreal firmó un mal comienzo en la Europa League tras perder con el Rapid Viena (2-1) en el primer partido de la fase de grupos, que se decidió en apenas tres minutos de caraja castellonense al comienzo de la segunda mitad. Los de Marcelino lo tenían todo tras el gol de Leo Baptistao, que llegó a un minuto del descanso, pero el paso por vestuarios sentó muy mal al cuadro amarillo, que encajó dos tantos en un abrir y cerrar de ojos. El Villarreal intentó reaccionar al final, pero no dio con la tecla.