El Barcelona goleó al Rayo Vallecano (5-2) en una noche extraña, con Neymar de protagonista, al marcar cuatro tantos -dos de penalti- ante un rival que dio muchas facilidades en defensa, aunque fue el equipo que más y mejor jugó al fútbol en el Camp Nou.

El Rayo se adelantó (0-1) y, en el segundo tiempo, cuando el partido iba 2-1, tuvo contra las cuerdas al Barça al que llegó a chutar en más de media docena de veces sin acierto. El equipo pequeño volvió a caer contra el grande, pero volvió a ofrecer una gran actuación por la propuesta que los de Paco Jémez mostraron.

Neymar fue el hombre de la primera parte, en la que fue autor directo de los dos penaltis señalados al Barcelona, tanto en la jugada previa como en la ejecución, además de ser el protagonista en dos acciones más en que pudo haber pena máxima, en un agarrón y en una nueva acción en que fue derribado, ya con el 2-1 en el marcador. A partir del cuarto de hora, Neymar sintió que su equipo necesitaba a un jugador que acaparase cierto protagonismo en un partido muy trabado en el centro del campo, ante la presión que se ejercieron los dos equipos.

El brasileño acudió a la cita y, gracias a las facilidades que permitió insistentemente el Rayo Vallecano con su adelantada defensa, empezó a generar fútbol por la banda izquierda y el equipo de Paco Jémez a sufrir sus embestidas.

Neymar fue el jugador decisivo que el Barcelona ha reclamado tras la lesión de Messi, y en el minuto 17 ya pudo haber tenido la primera oportunidad de marcar desde los once metros, cuando fue agarrado por la camiseta, aunque el árbitro no señaló penalti. Sí que acabó en pena máxima la acción de Llorente en el 21, en una entrada a Neymar cuando se internaba hasta la raya de fondo. El brasileño no falló. Ahí empezó su recital. Metió cuatro goles. El quinto, de Luis Suárez.