Lewis Hamilton (Mercedes) se aseguró de forma matemática, y a falta de tres carreras, su tercer título de campeón del mundo de Fórmula 1, al ganar el Gran Premio de Estados Unidos, disputado en Austin (Texas), donde firmó su décima victoria del año.

Hamilton firmó junto a su compañero Nico Rosberg -con el que hace dos semanas revalidó el título de constructores- el noveno doblete del año para Mercedes, en una carrera en la que Sebastian Vettel (Ferrari) fue tercero.

El inglés logró la cuadragésima tercera victoria de su carrera, lo que supone la tercera marca histórica de triunfos en F1, sólo superada por Alain Prost, que ganó 51 veces, y por Michael Schumacher, vencedor en 91 ocasiones.

Y tras los títulos que logró el año pasado, con este equipo, y en 2008, con McLaren, firmó una tercera corona que le iguala a Niki Lauda, a Jackie Stewart -único británico que presumía de triplete hasta la fecha-, a Jack Brabham y a Nelson Piquet.

Nacido hace 30 años en Stevenage, Hamilton -que ganó una carrera en la que Carlos Sainz (Toro Rosso) acabó sexto, pero al ser sancionado con cinco segundos cedió ese puesto al inglés Jenson Button (McLaren) y fue séptimo- solo tiene ya por delante a cuatro: a Vettel y Alain Prost, con cuatro títulos; Juan Manuel Fangio, cinco veces campeón; y al estratosférico Michael Schumacher, con siete coronas.

Lewis, que el sábado había sido el mejor en el último ensayo libre, en el diluvio que suspendió y retrasó un día la calificación, disputada ayer, salía segundo, al lado de Rosberg, que horas antes había logrado su decimonovena pole, al haber dominado la cronometrada principal, cuyas diez primeras plazas se validaron con el resultado de la Q2, al cancelarse por lluvia la Q3.

Pero lejos de calcular para conservar un claro liderato, el inglés atacó de salida y rebasó en la primera curva a su compañero, que en esa esquina también se vio superado por los dos Red Bull de Daniil Kvyat y de Daniel Ricciardo.

De golpe, Rosberg circulaba cuarto, justo delante de Sergio Pérez (Force India), que mantenía la quinta plaza de parrilla y que mantuvo su racha positiva al acabar en esa posición, por detrás de Max Verstappen (Toro Rosso), que repitió su mejor resultado del año al finalizar cuarto en Austin.

Los españoles corrieron suerte dispar en el arranque de la prueba. Sainz, que salió último, tras accidentarse y parar unos minutos, con bandera roja, la primera ronda (Q1) de la crono, ya era undécimo tras dos vueltas y circulaba noveno en la séptima.

Alonso, que había arrancado noveno, se tocó en la salida con el finlandés Valtteri Bottas (Williams), que dañó la parte trasera de su McLaren, por lo que tuvo que parar, bajó al fondo de la parrilla y era decimosexto tras ocho vueltas.

Vettel superó a Max y Fernando a Checo en unos momentos emocionantes en los que Rosberg se pasó sólo de línea, se fue ancho, y Hamilton le superó a ocho vueltas del final, desde donde enchufó la directa hacia su tercer título Mundial.

Los neumáticos del coche de Alonso no aguantaron y el asturiano acabó undécimo el día que Hamilton festejó su tercera corona a falta de tres carreras, la del próximo domingo, en México; y la que cerrará el Mundial el 29 de noviembre en Abu Dhabi, dos semanas después del Gran Premio de Brasil.