El presidente de la Liga de Fútbol Profesional, Javier Tebas, afirmó ayer, tras prestar declaración en Pamplona como testigo en el caso Osasuna, sobre supuestos amaños de partidos del final de la temporada 2013-14, que es "difícil" que Osasuna no sea imputado, pero subrayó que tiene atenuantes "para evitar una condena que afecte en el ámbito deportivo".

Tebas, que declaró durante dos horas y media, señaló a su salida del Palacio de Justicia de Navarra que la LFP está "dispuesta a pedir la imputación de Osasuna", del que ha destacado que los actuales dirigentes están colaborando para esclarecer los hechos denunciados.

El dirigente de la Liga sostuvo que Osasuna "es difícil que se salve de una imputación como persona jurídica", pero ha puntualizado que "es otra cuestión que eso conlleve la extinción o los descensos".