El Madrid aplacó la tormenta de Cádiz con una goleada ante el Getafe, un equipo amigo que dio muchas facilidades a los hombres de Rafael Benítez, necesitados de una victoria contundente para recuperar la calma tras dos semanas convulsas que culminaron con el asunto Cheryshev. El conjunto blanco tenía el deber de ofrecer una buena imagen ante su público, y lo hizo ante un equipo frágil.