El Liceo consiguió un valioso (4-4) empate en el Palau Blaugrana, en donde remontó un 4-2 al Barcelona y estuvo a punto de llevarse los tres puntos con un penalti a falta de un minuto para la conclusión pero que no pudo ejecutar con efectividad Jordi Bargalló. El botín, no obstante, permite a los verdiblancos mantenerse en la lucha por la OK Liga. Siguen terceros con 28 puntos, a tres del Barça (31), que se mantiene como líder a falta de lo que haga esta tarde el Vic (29) en Vendrell.

Toni Pérez hizo valer el dominio inicial de los coruñeses y puso por delante al Liceo al rematar un gran pase de Pau Bargalló en el minuto 10. Pero el gol en vez de dar alas alos verdiblancos hizo despertar al Barcelona, que se fue sacudiendo el dominio. Sus contras eran letales, pero la remontada, cimentada en dos minutos a un suspiro del descanso, llegó a bola parada. Primero con un penalti transformado por Xavi Barroso y después con una directa (por la décima falta liceísta) de la que se hizo cargo Pablo Álvarez.

El segundo tiempo fue un ejemplo de lo que proponen ambos equipos. El Barcelona se aprovechó de cada despiste para castigar. Como Pablo Álvarez con el 3-1 (m.30). El Liceo siguió a lo suyo, atacar y no bajar los brazos. Recortó por medio de Pau Bargalló (m.31), pero Lucas Ordóñez volvió a sacar petróleo de un error de la defensa verdiblanca y con un remate espectaclar puso el 4-2 (m.33). En ese momento, cuando peor lo tenía el conjunto dirigido por Carlos Gil, fue cuando sacó a relucir su mejor versión. No menos talentosa fue la acción del 4-3 de David Torres (m.35) y la conexión de los hermanos Bargalló fraguó el 4-4 que firmó Pau (m.45). Pese a que el empate era un buen resultado, el Liceo no perdió de vista la portería. Llegó así el penalti, pero el capitán Jordi Bargalló no pudo conectar bien el disparo para sorprender a Egurrola. Tampoco los árbitros pitaron la décima falta de los culés, cuyo saldo se quedó en nueve, solo dos en toda la segunda parte.

El partido estuvo diez minutos interrumpido en el inicio del segundo tiempo por la lesión del árbitro Alberto Garrote, que se cayó de espaldas desde lo alto de la valla que delimita la cancha. El asturiano tuvo que ser trasladado al hospital y fue sustituido por el madrileño Sergi Mayor, que se encotraba en la grada.