Asumida ya su ausencia en el Partido de las Estrellas de la NBA y con la vista puesta en el duro camino hacia el anillo, Pau Gasol deja pistas sobre su futuro profesional. El español llegó a los Bulls en el verano de 2014 con un contrato por dos temporadas con opción para el jugador de ampliarlo una más. Si renunciara a esa posibilidad, se convertiría en agente libre.

-Su primera temporada en Chicago fue fabulosa. Sin embargo, le ha tocado vivir la marcha de Thibodeau, la llegada de Hoiberg con una filosofía muy diferente y una racha de resultados muy irregulares. ¿Está viviendo todo lo que esperaba cuando firmó por los Bulls?

-Firmé con unas ilusiones y unas expectativas. El año pasado estuvimos muy cerca pese a las dificultades. En general estoy muy contento por cómo está saliendo todo. A nivel personal, lo que llevamos de temporada estoy jugando a un nivel muy alto y eso es lo que puedo controlar. Las lesiones, el cambio de entrenador, las filosofías... todo eso está fuera de mis manos. El año pasado fuimos terceros en el Este y este año vamos terceros también. A ver si podemos acabar segundos, con oportunidades de llegar a la Final y ahí te la juegas. Todo va bastante bien. Estoy feliz.

-¿Considera que están en el camino adecuado hacia el anillo?

-Tenemos bastante que mejorar. Espero que en los partidos que nos quedan de temporada regular el equipo pueda encontrar una regularidad mayor que la mostrada . Si es así, tendremos opciones de competir y de luchar por la Conferencia, pero todo el mundo está de acuerdo en que hay una diferencia significativa entre Warriors y Spurs y los demás. Ellos son los favoritos.

-¿A qué achaca esa irregularidad ante rivales menores?

-Es falta de madurez colectiva. A veces nos conformamos con ganar algunos partidos o con jugar muy bien contra los rivales más duros. Pero, en cambio, no tenemos esa mentalidad agresiva y la concentración necesaria para ganar a algunos equipos de menos nivel.

-¿Qué hay sobre las desavenencias entre Rose y Butler?

-No hay ninguna desavenencia. Son cosas que se crean en el exterior para justificar alguna situación, pero no hay ningún tipo de tensión entre ellos. El ambiente en el grupo es muy bueno, los jugadores son buenos chicos y no hay tensiones en general. De hecho hay falta de tensión algunas veces; si se tiene que decir algo, igual es más lo contrario.

-Antes de la lesión de Noah se rumoreó el traspaso de un pívot. ¿Necesitan un refuerzo?

-No. Necesitamos que los lesionados se recuperen. Estamos sin Mirotic por la apendicitis, y a ver si Dunleavy y Heinrich vuelven pronto. No sé Noah, pero tenemos suficiente talento para competir contra cualquiera. Es más una cuestión de mentalidad y actitud.

-¿Tiene ilusión por continuar en Chicago la próxima temporada?

-Hoy por hoy no pienso en la próxima temporada. Pienso en la que estoy ahora y, cuando acabe, analizaré la situación y decidiré si salgo del contrato para ver las opciones que tengo. Pero en cierta parte sí me gustaría tener una continuidad con esta franquicia porque a nivel individual he vivido y sigo viviendo momentos muy dulces.

- ¿Se ha pronunciado la franquicia al respecto?

-No. Tampoco tiene sentido. Hasta que no termine la temporada y veamos cómo acaba todo, nadie se debería pronunciar.

-Usted es el primer jugador en la historia de la NBA que con 35 años o más promedia al menos 16 puntos, 10 rebotes, 3 asistencias y 2 tapones por partido.

-No lo sabía. Sin duda es un halago y un orgullo poder estar a este nivel a estas alturas de mi carrera. Me enorgullece, por supuesto. Trabajo duro, me dedico en cuerpo y alma para estar a este nivel. Estar haciendo historia de tu deporte es sin duda algo excepcional.

-¿Se le ha pasado por la cabeza culminar su carrera llevando a Memphis al anillo?

-En situaciones hipotéticas no pienso. Soy una persona que se centra en el presente. Me gustaría ganar con quien fuera, pero no pienso en ello. Prefiero centrarme en hacer lo que pueda para llevar a los Bulls a lo más alto. Podemos optar a ese anillo. Tenemos opciones. Pequeñas, pero las hay. Voy a hacer lo que esté en mi mano.

-Todos le hemos preguntado estos días por su relación con Kobe. ¿Qué momento cotidiano le dejó un mejor recuerdo?

-Nosotros solíamos comer y cenar muchas veces juntos, a veces completamente solos, relajados, hablando de nuestras cosas. Nada de baloncesto. Me quedo con esos momentos como los más entrañables y especiales con él. Fue mucho tiempo juntos sobre la cancha, pero la relación que tenemos fuera de la pista es muy positiva. Como dos amigos normales.

-¿Ve posible batir a Estados Unidos en los Juegos?

-Posible es. Cualquier equipo que va tiene opciones, aunque unos más que otros. Hemos estado muy cerca en los últimos dos Juegos, así que haremos lo posible por llegar a lo más alto posible, pero va a ser muy difícil. No hay que pensar en ir a por el oro desde el principio. Simplemente hay que prepararse bien, como siempre, y jugar con la misma intensidad en todos los partidos.