El París Saint-Germain y el Chelsea abren hoy el tercer capítulo consecutivo de sus duelos en la Liga de Campeones, un enfrentamiento que se ha convertido en un reciente clásico entre dos equipos con poca historia en la máxima competición europea.

La eliminatoria entre dos clubes en manos de millonarios desempatará su cara a cara: en 2014 el Chelsea remontó en Stamford Bridge en cuartos de final y el año pasado el PSG les devolvió la bofetada en octavos.

En esta ocasión, los dos clubes llegan con ambiciones europeas. Para los franceses, las únicas que les quedan, puesto que su campeonato doméstico lo tienen prácticamente garantizado, con 24 puntos de ventaja sobre el Mónaco. Para los británicos, Europa es una tabla de salvación, puesto que la Premier aparece para ellos como un imposible, a 20 puntos del liderato.

Por otra parte, el Benfica y el Zenit vuelven hoy a medir fuerzas en octavos de Champions cuatro años después, con el objetivo compartido de convertirse en una de las sorpresas de esta edición y pasar a cuartos.

Los lisboetas ya impidieron a los rusos clasificarse por primera vez para esa fase en 2012 y confían en volver a conseguirlo a pesar de las importantes bajas en defensa, mientras que el equipo dirigido por el portugués André Villas-Boas desea hacer historia aunque no juega un partido oficial desde principios de diciembre.

Uno de los grandes atractivos del encuentro es el regreso al Estadio de La Luz de tres jugadores clave: Ezequiel Garay, Javi García y Axel Witsel.