El Sevilla se enganchó a la lucha por la cuarta posición de la clasificación tras ganar (4-2) en un partido espectacular ante el equipo que defiende esa plaza, el Villarreal, que luchó hasta el final pero en el que tuvo que sufrir a un equipo intratable en Ramón Sánchez Pizjuán. Ya son trece los partidos de Liga ganados por los sevillistas consecutivamente en su campo, en esta ocasión ante un rival de empaque y en un encuentro en el que hubo de todo, muchos goles, alternativas en el marcador y hasta la expulsión del local Éver Banega, pero el triunfo acerca a cinco puntos al conjunto andaluz, que gana además el coeficiente particular, al castellonense.

Iborra adelantó al Sevilla y el Villarreal le dio la vuelta al marcador antes del descanso con un doblete de Bakambu. El 1-2 dejó marcado al Sevilla, que se fue a la caseta en desventaja ante un rival trabajador y sobre todo efectivo ante el portero Sergio Rico.

En la segunda parte la formación de Emery encontró la fortuna que le fue esquiva en la primera y pronto igualó a dos con tanto en propia meta del central Víctor Ruiz en su intento de despejar. Los visitantes sufrieron ante las acometidas de un rival que volvió a encontrar premio con un golazo de Konoplyanka, quien poco después tuvo que ser sustituido por lesión.

La expulsión del argentino Éver Banega a los 79 minutos por doble amonestación puso aún mas emoción a un partido en el que el Sevilla defendió con todo y el Villarreal gozó de claras ocasiones para empatar pero en el que los locales sentenciaron con el tiempo cumplido con el tanto de José Antonio Reyes.