Cuando Paula Mayobre cruzó la meta del Mundial de medio maratón que se celebró en Cardiff, no se escuchó ningún himno. Pero cuando su avión aterrizó en el aeropuerto de Alvedro, la banda sonora fue el We are the champions. A continuación, lágrimas. La aresana no pudo evitar emocionarse cuando, tras recoger su maleta, vio a familiares, amigos y miembros de su escuela sosteniendo una pancarta que decía La ilusión no se lesiona mientras sonaba la canción de Queen. "Nunca voy a olvidar ese día, es mi gran premio", confiesa.

Por fin sintió un apoyo que le faltó en Cardiff. Sí hizo piña con sus otras tres compañeras de equipo, pero fue la Federación Española de Atletismo la que no respondió como esperaba. "Pasaban de todo. No recibí ni un suerte antes de empezar ni un qué tal en la meta", denuncia. Es por eso por lo que cuando se le pregunta si participará en el Europeo, contesta con un "ojalá". "A nivel federativo no tuvimos apoyo así que no me espero nada. Va a ser difícil que me vuelvan a seleccionar", dice con un tono de desilusión en su voz. Pero Mayobre es positiva. Es capaz de ver siempre el lado bueno de las cosas cosas así que añade: "Lo que está claro es que voy a seguir corriendo y bajar mi marca".

Lo quiso intentar en la cita mundialista, pero las malas condiciones meteorológicas fueron su gran obstáculo. Paró el crono en una hora, 16 minutos y 13 segundos. "Pegaba muchísimo el viento y era terrorífico, súper frío. Nunca logré ir cómoda", recuerda. No solo ella sufrió mientras rodaba. Su compañera de habitación Alessandra Aguilar abandonó por problemas estomacales. "Estuvimos casi 20 minutos paradas antes de empezar con braguita y top, empezamos muy frías". "Noté un pinchazo en la espalda durante la prueba que me dejó bloqueada y tuve que trotar", añade. En ese momento, solo pensaba en terminar. "Intenté hacerlo lo mejor posible. Todas perdimos minutos. No creo que haya corrido mal", señala.

Al final, ocupó el puesto 59 de la general, siendo la segunda mejor española de la clasificación solo superada por Marta Galimany. Para la aresana fue, en resumen, "una experiencia buenísima". "Me empapé de la experiencia de Alessandra (Aguilar) y de su forma de actuar antes de correr. El ambiente entre las cuatro fue buenísimo", dice Paula, que hasta tuvo tiempo de hacer turismo por la ciudad.

Además, conoció a atletas de otros países, algo que le enriquece. "Haces muchísimos contactos. En la carrera, el avituallamiento no era muy cómodo y una argentina me pasó el agua. En meta la busqué, le di las gracias y nos hicimos una foto juntas". La gallega quiere quedarse con esos detalles para el recuerdo. No fue lo único "maravilloso" de su participación en el Mundial. Su "gran premio" llegó con retraso. En el Aeropuerto de A Coruña. Para sus familiares y amigos, Paula sí es una campeona. Esa calurosa bienvenida lo demuestra.