Manuel Neuer, Thibaut Courtois, Keylor Navas, el tándem Bravo-Ter Stegen o David de Gea son los nombres que suenan en todas las conversaciones y tertulias futbolísticas cuando sale a relucir la duda sobre cuál es el mejor portero del mundo en la actualidad. Sin embargo, todos ellos darían lo que fuera por llegar a los 38 años con el nivel que tiene Gianluigi Buffon. Y es que, lejos del valle de lágrimas en el que se han convertido los últimos años de la carrera de Iker Casillas, la leyenda de la portería italiana, que rivalizó con el español por el reconocimiento de mejor portero durante muchos años, está cuajando una temporada sensacional. Mejor dicho, unas últimas campañas increíbles, en las que su concentración durante los 90 minutos de todos los encuentros hace que la edad de su DNI no sea nada más que un número con cierto valor estadístico. La temporada anterior fue una pieza clave en la sorpresa que dio la Juventus al llegar a la final de la Champions League eliminando, entre otros, al Madrid.

En los últimos días el nombre de Buffon llenó los periódicos de todo el mundo. Primero, porque se fue al parón de selecciones tras haber batido el récord de imbatibilidad de la Serie A. A los 4 minutos del Derby della Mole, en casa del eterno rival, Buffon superaba la marca que había dejado Sebastiano Rossi en la temporada 1993-94 vistiendo la camiseta del Milan. Cuando encajó su primer gol en el derbi, Buffon dejó el reloj parado en 973 minutos imbatido. Sin duda, esa es la clave de la enorme racha de resultados del Juventus, que camina con paso firme hacia su quinta liga consecutiva, y eso que el Nápoles aprieta, hasta el punto de que los sureños están cuajando la mejor temporada de su historia y pueden sumar más puntos incluso que en aquellos dos scudetti que ganaron con Diego Armando Maradona en sus filas.

En segundo lugar, Buffon saltó a los titulares de los medios españoles, y es que en las recientes fechas FIFA Italia se medía a la Selección de Vicente del Bosque. Era un amistoso, pero la titularidad indiscutible de Buffon, así como su ascendencia sobre todo el combinado azzurro, fue necesariamente comparado con el debate abierto en la portería española en torno a un Iker Casillas que en esa cita fue suplente de De Gea. Cuatro años menos tiene Casillas, y sin embargo su ciclo tocó a su fin mucho antes que el del exportero del Parma. Buffon, no en vano, debutó con la absoluta en 1997 y camina hacia los 20 años como garante de la siempre destacable seguridad defensiva italiana. Desde luego, semejante carrera al más alto nivel solo se puede entender en el Calcio, en donde la veteranía sigue siendo un grado.

Tres camisetas marcan la dilatada trayectoria de Gigi Buffon. Comenzó su carrera como profesional en la temporada 1995-96, en un Parma que entonces estaba de moda en Europa. En su segunda campaña se encaramó a la titularidad y permaneció en el conjunto de la Emilia-Romana hasta el año 2001 cuando la Vecchia Signora llamó a sus puertas. En Parma levantó una Copa de Italia, una Supercopa y una Copa de la UEFA. Y es que era un conjunto acostumbrado a sumar títulos y que coleccionaba estrellas sobre el césped, aunque ahora, recién refundado, su objetivo sea abandonar la Serie D.

Desde que en 2001 llegó al Juventus, el guardameta se convirtió en un mito bianconero, hasta el extremo de que permaneció en la entidad tras su descenso administrativo por el caso Calciopoli. El meta acababa de proclamarse campeón del mundo ante la Francia de Zidane y, sin embargo, no tuvo reparos en pasar un año recorriendo los modestos y destartalados campos de la Serie B italiana, jugando ante aficiones de todo el país que odian a la Juventus, porque supone el más firme representante del norte rico e industrial.

Pavel Nedved o Alessandro Del Piero fueron otras de las estrellas que se rebajaron a jugar en Serie B. Pero solo Buffon tuvo la suerte de volver a ganar la liga con la Juventus. La misma paciencia que le permite estar siempre concentrado bajo los palos, y que le hace salir a tapar los huecos por los que los rivales pueden batirle en un mano a mano, es la que le permitió seguir en Turín hasta volver a disfrutar de un equipo ganador. En la temporada 2011/2012, con Conte en el banquillo, comenzó el nuevo ciclo triunfal del Juventus, que continúa con Allegri. La llegada de Andrea Pirlo, menospreciado debido a su edad por el AC Milan, fue sin duda una de las claves del salto de calidad que dio el Juventus aquella temporada.

Sin duda Buffon se encuentra en el ocaso de su carrera, pero conociendo su carácter ganador seguro que mantendrá el nivel más alto hasta el día en el que decida colgar definitivamente los guantes y abandonar una dilatadísima carrera bajo los palos. Su carisma, reflejado en una emotiva carta en la que agradeció uno por uno a todos sus compañeros de equipo por ayudarle en su reciente récord de imbatibilidad, es el atributo que le convierte definitivamente en líder de un Juventus que se reinventa con el paso de las temporadas, pero que bajo los palos todavía tiene a su mejor seguro de vida para afrontar el futuro.