La derrota del Nápoles en Roma (1-0) certificó ayer el Scudetto del Juventus Turín, que es el 32 de su brillante historia, su quinto título consecutivo, tras haber impuesto un dominio absoluto en las últimas 25 jornadas, en las que se hizo con 73 de los 75 puntos disponibles. El cuadro blanquinegro, que abrió su racha de títulos ligueros consecutivos en la temporada 2010-2011, logró revalidar su reino por el quinto año seguido gracias a una serie de 24 triunfos y un empate en los últimos 25 partidos; lo que frustró, jornada tras jornada, los sueños de gloria del Nápoles.