La ambición de Tito Díaz y de su equipo, el Básquet Coruña, llega a límites estratosféricos. Lo demostró a lo largo del curso y ahora, en los play off, no quieren venirse abajo. Con un 1-1 en la eliminatoria y dos citas el fin de semana en Lugo, el técnico desea "traer el quinto partido a Riazor" para seguir haciendo disfrutar a la afición. Analiza detenidamente los dos primeros encuentros e insiste en que mejorar "el rebote" traerá resultados positivos.

Intensidad. Si algo caracterizó a los dos primeras citas de los play off en el Palacio de los Deportes de Riazor fue el ritmo. "Fueron dos partidos con muchos puntos y muchas posesiones", analiza el técnico naranja. Ambos choques estuvieron "muy igualados" y la balanza cayó una vez para cada lado. "En el primer partido nos adelantamos y en el segundo fue al revés, tuvimos que ir a contracorriente", recuerda. "Mi equipo no se achica ni se viene abajo" avisa. El espectáculo continúa el viernes en la casa del Breogán.

Ataque. Jeff Xavier y Matulionis hicieron un trabajo espectacular sobre el parquet de Riazor. Se ganaron el título de MVP, uno el viernes y otro el domingo. Jugadores prácticamente imparables. El Básquet Coruña sufrió para intentar detenerles. La actuación del lituano, con un 35 de valoración, ayudó al Breogán a igualar la eliminatoria. "Jugaron muy duro", añade Tito Díaz, quien asegura que sus pívots también hicieron daño. "Nos ayudaron mucho Beka Burjanadze y Sergio Olmos". Los dos, junto a Joan Creus, entraron en el quinteto ideal de la primera jornada.

Defensa. Tito Díaz confiesa que su equipo siguió "el estilo de toda la temporada" para superar a un Breogán al que venció tanto fuera como en casa en la liga regular. En cuanto a los lucenses, el entrenador considera que metieron "muchas manos". "No nos dejaron jugar cómodos debajo del aro", recuerda.

Rebote. La clave de esta fase de ascenso a ACB, según Tito. "En el primer partido lo dominamos y ganamos, en el segundo no estuvimos bien y perdimos", manifiesta. Repitió a lo largo del curso que el rebote es un aspecto muy importante a tener en cuenta, por lo que desea que sus pupilos mejoren en los partidos de Lugo. El pasado viernes capturaron por los 37 de su rival. Sin embargo, el domingo el Breogán dio un paso adelante y ganó 31 rebotes, los mismos que el Leyma.

Arbitraje. Durante el fin de semana, los seguidores de Breogán y su propio entrenador Quique Fraga se quejaron de las decisiones de los árbitros. Tito Díaz no entra en la polémica y cree los colegiados "lo hicieron bien". "El estilo del Breogán es así, no le importa gastar muchas faltas y así el rival tiene más tiros libres", explica. Además, el Básquet Coruña es un equipo que suele jugar mucho con sus pívots y eso provoca que les "hagan más faltas".

Afición. Si por algo está "satisfecho" el entrenador del Básquet Coruña es por la conexión que se ha establecido entre grada y equipo. "Es una de las victorias de la temporada", comenta. Sin embargo, miles de aficionados del Breogán también se desplazaron hasta A Coruña por lo que "no hubo factor cancha", según la opinión del técnico naranja. "No parecía que el Palacio estuviese aquí sino que se dividió entre A Coruña y Lugo". Ahora espera que los herculinos respondan y apoyen a su equipo lejos de casa. "Allí habrá 5.000 espectadores así que ojalá la afición nos acompañe. Está siendo muy fiel", agrega.

Lugo. Toca viajar a Lugo para continuar con el espectáculo. No solo espera allí una afición más que entregada, sino que se trata de "una cancha difícil". "Si durante la temporada es complicado, en los play off el escenario cambia y es mucho peor", avisa el técnico. De todos modos, el Básquet Coruña tiene a su favor que ya sabe lo que es ganar en Lugo y además ha demostrado que se le dan bien los partidos a domicilio. "De 17 victorias, ocho las conseguimos fuera de casa. Mi equipo no se achica ni se viene abajo". Por ello espera que su grupo sea capaz de "traer el quinto partido a Riazor".

Entrenamientos. El plan del entrenador del Leyma no cambia. Considera que su equipo está en el buen camino y que un 1-1 en la eliminatoria puede ser bueno. "Ganar dos partidos seguidos en 36 horas a un equipo grande es difícil", se lamenta. Quiere que sus pupilos sean "fieles" al estilo del equipo y que tengan "cuidado con las pérdidas de balón".