Otro año más en la OK Liga. El HockeyGlobal Patín Cerceda certificó ayer matemáticamente el objetivo de la permanencia a falta de tres jornadas para la conclusión del campeonato, en las que solo tendrán que relajarse y disfrutar. Y lo hizo con una victoria a domicilio, lo que escaseó a lo largo de la temporada -solo había ganado en Lleida- pero que apareció en el momento decisivo y en uno de los escenarios más complicados como es Voltregá. Y con remontada. Un guión de cine. Le hubiese valido incluso con perder si lo hacían también el Shum y el Alcoy, pero los rojiblancos no quisieron esperar un tropiezo de sus rivales e hicieron los deberes. Una salvación ganada a pulso sobre la cancha.

Empezó mejor el Voltregá, con dos goles seguidos del coruñés Ignacio Alabart, uno de los mejores jugadores de su generación que tras pasar por la cantera del Barcelona coge experiencia en el conjunto de Sant Hipòlit. Joan Grasas acortó la distancia para el Cerceda, pero Borja López la volvió a dejar en dos goles. Hasta ahí llegó el dominio local. Los coruñeses tomaron las riendas. Antes de llegar al descanso, Martín Payero firmó el 3-2 y nada más iniciarse la segunda parte, Jacobo Mantiñán empató la contienda. Ya era otro partido.

El Cerceda podía haberse conformado con el empate, porque un punto también servía en sus cálculos. Pero no se conformó. Fruto de ello llegó un gol más de Joan Grasas. Solo el nulo acierto a bola parada le impidió un marcador de escándalo. Falló dos penaltis (Grasas y Togores) y una directa (Adrián Candamio). Lo compensó en la otra portería Willy Domínguez, que regresaba a la titularidad y lo hizo por la puerta grande al frustrar tres directas locales (dos de Alabart y una de Dani Rodríguez).

En la recta final del encuentro, el encargado de sentenciar y desatar la locura rojiblanca fue Jacobo Mantiñán. Un buen premio para el jugador más regular a lo largo de la temporada del Cerceda. Al conjunto dirigido por Juan Copa le quedan tres partidos (Vilafranca, Lloret y Calafell) para seguir soñando. ¿Europa?