Todavía sin asimilar completamente la derrota contra el Melilla (88-82) en el quinto partido de semifinales del play off, Tito Díaz confiesa sentirse "orgulloso" de lo que han conseguido sus jugadores. El premio que se lleva esta temporada es el apoyo de una afición que conseguir llenar el Palacio. Ahora toca descansar antes de escuchar al Básquet Coruña y empezar a planear el futuro.

-Se escapó la final en los últimos segundos, ¿duele más así?

-Tanto nosotros como nuestros aficionados preferimos un final de partido así. Duele porque si llegamos a controlar tres o cuatro rebotes probablemente estaríamos hablando de estar en la final. Pero es bonito. Demostramos que somos un equipo que no se rinde nunca, que no baja los brazos.

-A 39 segundos para acabar su equipo perdía de tres, ¿qué les dijo a los jugadores en el tiempo muerto?

-Que buscáramos un tiro liberado para empatar o si no un balón interior para sacar por lo menos dos puntos. Era importante anotar. Stelzer iba a estar muy bien defendido así que la otra opción era la salida de Ángel (Hernández), que había metió tres triples de cuatro. Me pareció una buena opción. De hecho salió bien del bloqueo, recibió y tiró. Falló pero fue un buen ataque.

-¿Cuál cree que ha sido la diferencia entre ambos equipos?

-El cansancio. Veníamos de un play off contra el Breogán durísimo y contra el Melilla también.

-¿Llegaron las lesiones en el peor momento?

-Yo prefiero que hubiera sido en estos partidos que no cuando nos estuviésemos jugando no descender o algo así. Sí es verdad que llegaron y encima en el puesto de escolta. Sergio Olmos jugó infiltrado, Stelzer medio cojo y Castro apenas pudo jugar. El trabajo se repartió entre menos y eso también influye.

-¿La baja del capitán, que aporta experiencia, fue de las que más se notó?

-Es que es como si me dices que a Melilla le falta Marcos Suka-Umu. Para nosotros Jesús Castro era el jugador franquicia a principio de temporada y no jugó por operaciones y recaídas. Prácticamente no lo tuvimos.

-Pero el Básquet Coruña fue capaz de hacer frente a todas estas adversidades.

-Sí. Tenemos que valorarlo. El equipo se sobrepuso a todo. Eliminamos a Breogán y llegamos con opciones al quinto partido contra Melilla. Estoy muy orgulloso. Es una pena. Queda la duda de qué hubiera pasado si hubiéramos llegado todos sanos al play off.

-¿Cómo están los jugadores?

-Muy fastidiados. En la cena había mucho silencio, mucha tristeza. De momento, yo esperaré unos días para volver a ver el partido. Conforme vayan pasando los días nos daremos cuenta de lo que hicimos.

-Han conseguido enganchar a miles de aficionados.

-Esos cinco partidos consecutivos con el Palacio lleno en el play off no se recuerdan en A Coruña. Hay que intentar que eso se consolide.

-¿Esa es la victoria de este Leyma?

-Cuando llegué aquí hace tres años vine con una idea en la cabeza: llenar Riazor. Eso lo conseguimos. Nos paran por la calle, se habla de baloncesto, portadas de periódicos... Yo creo que el baloncesto dio un paso de gigante este año en A Coruña. Nosotros tenemos parte de culpa. Creo que los jugadores tienen que sentirse muy orgullosos.

-No hay que olvidar que el objetivo inicial era la salvación.

-Claro. Cinco de mis jugadores debutaban en la liga, nuestro objetivo era el que era y estuvimos últimos en la octava jornada. Este final ha sido increíble.

-Además del apoyo de la afición, ¿qué destacaría de esta temporada?

-Nuestro estilo de juego. Con él hemos conseguido tumbar a un grande, el Breogán, y casi a otro, el Melilla. Decidimos hacer un baloncesto más espectacular, más dirigido al público. También fue un objetivo cumplido.

-¿Seguirá la próxima temporada?

-No sé cuál es la idea del club ni el proyecto que tienen. Yo creo que ni ellos lo saben porque esto del play off nos sorprendió a todos.

-Pero todavía hay Tito Díaz para rato...

-Sí, yo espero seguir entrenando. Por supuesto esperaré a ver qué plantea el club. Soy feliz aquí pero soy un profesional. Primero tendré que ver el planteamiento del club. Ahora les toca a ellos.