Irlanda y Suecia jugaron en el Estadio de Francia un partido tremendamente entretenido, con un derroche generoso en busca de la portería rival y un empate que no le sirve demasiado a ninguna.

Ambos equipos encontrarán algunos motivos para sentirse satisfechos de su partido, aunque el hecho de compartir el "grupo de la muerte" junto a Italia y Bélgica les hará depender de los resultados que puedan cosechar ante estos.

Aunque Suecia comenzó llevando la iniciativa, pronto descubrió que iba a ser una tarde para sudar, apretar los dientes y encomendarse a la buena fortuna en numerosas ocasiones.

En la primera parte, Irlanda pasó por encima de Suecia, y es posible que todavía se esté preguntando cómo no fue gol alguna de las tres o cuatro oportunidades claras que tuvo.

En el minuto 48, Coleman protagonizó una fenomenal internada y su centro atrás desde dentro del área lo remató de manera impecable, de primeras y a bote pronto, el habilidoso Hoolahan.

Solo entonces pareció despertar Suecia, que acabaría empatando cuando Clark cabeceó de manera inapelable a su propia portería.