La tenista hispano-venezolana Garbiñe Muguruza, finalista en Wimbledon el pasado año, dijo ayer que, "sobre el papel", es una de las favoritas para levantar el título, y se mostró esperanzada de "quitarse la espina" de la final perdida en 2015, cuando cayó ante Serena Williams.

"Fue algo que me sirvió de aprendizaje. Este año he venido con otra mentalidad y sé que es la raqueta la que tiene que hablar en los partidos. Tengo que jugar bien para ganar", dijo ayer Garbiñe.

"Quizá es un poco raro volver después de todo lo que sucedió el año pasado, ha sido muy rápido y han pasado muchas cosas. Pero aquí parto de cero, como el resto. Ojalá pueda quitarme la espina".