La selección polaca se metió por primera vez en su historia en los cuartos de final de una Eurocopa tras superar en los penaltis a una Suiza que mereció mucho más al mostrarse más emprendedora y dominar gran parte del partido, que acabó con empate.

Krychowiak se encargó de ejecutar el penalti de la victoria, el quinto y último de una tanda en la que los jugadores polacos no fallaron ninguno. Fue una injusta estocada final después de que Granit Shaka hubiera fallado el único de su equipo enviando el balón fuera, a la grada.

Si bien Polonia a punto estuvo de dar un disgusto a la hinchada suiza nada más pitar el árbitro el inicio del partido debido a que la zaga helvética se hizo un lío para sacar un balón ante la presión de Milik y Levandowki, al margen de este primer susto, polacos y suizos arrancaron muy cautelosos.

El único en crear peligro en la primera parte fue Grosicki. El lateral zurdo fue un martirio para Lichtsteiner. Sus arrancadas dieron origen a las ocasiones más claras de gol para Polonia y después de varios remates sin excesivo peligro para el portero suizo, Polonia logró marcar. El zurdo del Rennes se internó en el área, cruzó el balón donde llegaba solo Blaszczykowski, que batió a Sommer.

Tras el descanso, Suiza salió a por todas, con Shaqiri a la cabeza de la rebelión. Un fuerte disparo suyo obligó a Fabianski a intervenir por primera vez en el partido. Sin embargo, el bloque polaco siguió a lo suyo y respondió con un remate de Blaszczykowski que Sommer despejó como pudo.

La selección suiza al ver que se le escapaba el partido empezó a presionar. Faltando un cuarto de hora para el final Petkovic hizo tres rápidos cambios.La apuesta dio buen resultado porque a falta de diez minutos Seferovic envió un balón al larguero y poco después Shaqiri marcó el gol del empate. Fue el primer gol de Polonia en esta Eurocopa y un merecido castigo.

Aunque, en el último minuto, Blaszczykowski tuvo la oportunidad de marcar y el suizo Sommer mantuvo el empate, los polacos no perdonaron en los penaltis.