Después del bronce en 2014 y la plata en 2015, a David Mosquera (A Coruña, 1978) le tocaría este sábado el oro en el Campeonato de Europa de maratón que este año se disputa en Pontevedra. "Oro no creo, que hay gente muy buena y muy bien preparada", responde con cautela Petón, como le conocen sus compañeros del Ría de Betanzos y el mundo del piragüismo en general. Pero sí que apunta ambicioso hacia las medallas: "Quiero subir al podio, la verdad es que me conformaría con cualquiera de los tres peldaños". Porque además una presea en el Lérez tendría una recompensa extra: la clasificación para el Campeonato del Mundo.

En los últimos años, las medallas en la modalidad de C1 se las han repartido entre el coruñés, el también español Tono Campos, un húngaro y dos portugueses. Pero competir en casa puede jugar a su favor. "Pontevedra es como mi segunda casa porque venimos aquí a entrenar muchísimas veces. El río aquí es complicado, con corrientes, curvas, rampas, piedras... eso puede ser decisivo, pero también el viento y el que aguante mejor todas las condiciones", analiza. También influye el factor psicológico: "Habrá mucha gente animándonos y eso siempre es un plus de emotividad y motivación".

Como la que ha entrenado para entrenar a lo largo del año. "He estado muy centrado. Al pensar que el campeonato era en Pontevedra, que quería hacerlo bien en casa, me hacía ir a entrenar incluso enfermo. También cambié de trabajo y los horarios ahora me permiten tener una parte del día para ir a entrenar con tranquilidad", sostiene. La preparación física solo es una de las patas de la mesa del maratón: "Es una modalidad muy completa. Hay tener resistencia para seguir el ritmo, habilidad para los porteos, astucia para leer la carrera y ser un poco pícaro y músculo, sobre todo para la salida y colocarte en cabeza".

Todas estas cualidades será las que tenga que poner en práctica este sábado a partir de la una del mediodía durante los 26 kilómetros y 200 metros de los que constará la prueba en C1 masculino. Serán alrededor de dos horas en el agua en pos de lograr un objetivo: la medalla. No se le escapó en 2015, cuando se colgó la plata. Ni en 2014, con el bronce. En 2013 y 2012 fue cuarto. Y en 2011 se subió al tercer escalón del podio en el Mundial. "Ya soy veterano. Desde 2009 he sido internacional todos los años, pero cada vez que compite aprendo algo nuevo", señala.

Mosquera es uno de los cuatro internacionales -los olímpicos Rodrigo Carrera y Óscar Germade y el sub 23 Carlos Arévalo son los otros tres- del Ría de Betanzos, un club que desde el norte de Galicia intenta hacer frente al poderío y tradición de los del sur. "Llevamos unos años que el club está sacando unos resultados muy importantes. Estamos entre los mejores de Galicia, pero no de piragüismo, de todas las disciplinas. Y eso dice mucho de nuestro trabajo", expone y añade: "En el sur el piragüismo está mucho más arraigado y nosotros somos como el pequeño David contra Goliat". Petón ya comparte nombre con el héroe mitológico. Su gigante, un maratón al que mañana pretende vencer a paladas.