Alemania e Italia disputarán un duelo de cuartos de final apasionante, repleto de historias del pasado en las que siempre sale beneficiado el conjunto transalpino, que tendrá que hacer frente a la vigente campeona del mundo.

Los hombres de Joachim Löw llegan confiados a la cita después de superar los octavos con mucha solvencia ante Eslovaquia. Hasta ese encuentro al entrenador germano le achacaban falta de gol, pero el 3-0 de ese partido cerró el debate.

Hasta el choque ante Eslovaquia, el cuadro de Löw demostró tener una solidez defensiva envidiable. Ante Ucrania, Polonia e Irlanda del Norte no recibió ni un solo tanto. Eslovaquia tampoco fue capaz de conseguir perforar la portería de Neuer, que, después de cuatro partidos, tendrá que afrontar su primer gran reto. Italia será la primera gran selección con la que Alemania se verá las caras y la historia dice que los enfrentamientos entre ambos equipos en una fase final, acabaron en desastre para los alemanes. De ocho partidos, nunca ganaron. Y, de los ocho, cuatro quedaron para el recuerdo.

El primero, las semifinales del Mundial de México 1970, con un 4-3 final favorable a Italia tras un duelo agónico; el segundo, la final del Mundial de España 1982 que ganó el cuadro transalpino 3-1; el tercero, las semifinales del Mundial de Alemania 2006, con victoria de nuevo para Italia (0-2); y el cuarto, en la anterior Eurocopa, en semifinales, 1-2 otra vez para la azzurra.

Al equipo alemán no le preocupan todos esos datos. Su juego es de los más precisos de la Eurocopa y esperan seguir adelante pese al escollo italiano. Löw podrá formar su equipo de lujo y probablemente alinee de nuevo a un Drexler en plena forma y siente a Götze. Además, Thomas Müller, que aún no ha marcado en el campeonato (ni en una Eurocopa), seguirá en el once inicial de Alemania.