La estadounidense Serena Williams no dejó escapar el tercer Grand Slam de la temporada y ayer se impuso a la alemana Angelique Kerber por 7-5 y 6-3, en una hora y 21 minutos, para revalidar su título en Wimbledon e igualar los 22 grandes de Steffi Graf.

La igualdad predominó el primer set, con ambas jugadoras manteniendo su saque hasta el duodécimo juego, cuando Serena se fue al ataque y, en su segunda bola de break, se llevó la primera manga por 7-5, en 47 minutos.

La tónica se mantuvo en el segundo set, con una Serena Williams agresiva y segura al servicio -89 % de puntos retenidos con su primer saque y 5 aces, además del servicio más rápido del torneo (199,5 kilómetros/hora)- y que precisó de 34 minutos para apuntarse la manga y el partido por 6-3.

"Gracias a mi familia, a mi equipo, a mis amigos y a Angelique; me encanta jugar con ella. Siento que la pista central es como mi casa y estoy muy feliz", dijo emocionada Serena.