Un Villarreal voluntarioso no pudo superar al Mónaco, que vio cómo con muy poco se llevaba una victoria que deja al conjunto castellonense muy tocado y lejos de la Liga de Campeones.

El partido estuvo marcado por un penalti que un desacertado N'Diaye regaló y que ya puso las cosas muy complicadas. A pesar de empatar gracias a un voluntarioso Pato, otro error en defensa propiciaba ese segundo gol para el Mónaco. El Villarreal lo intentó, pero le faltó físico y tranquilidad.

Así empezaba el partido tras una semana extraña y con muchos condicionantes negativos. Lesiones, salida del técnico Marcelino García Toral, sustituido por Fran Escribá, y muchos nervios, para afrontar un partido como esta previa.

Tras el gol de Fabinho, los de Escribá empezaron a reaccionar, pero tras diez minutos malos y sin ideas. Gracias a Pato, Soriano y las llegadas de José Ángel, el equipo encontraba algo a lo que agarrarse.

El empate dio tranquilidad y puso el partido otra vez en un guión más justo, visto lo visto en la primera parte. Pero en el 72, el Mónaco volvió a adelantarse gracias a Bernardo Silva.