Fernando Roig ejerce con mano dura como presidente del Villarreal. Lo demostró al despedir de manera fulminante a Marcelino Toral a pocos días de comenzar la liga. Contrató a Fran Escribá. El nuevo proyecto tiene muchos riesgos y es ambicioso. Su presupuesto supera los ochenta millones de euros. Competir en Europa es una exigencia inexcusable.