El gran grueso de los deportistas españoles que han participado en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro aterrizaron ayer en España, donde, pese al retraso acumulado, fueron agasajados por los centenares de aficionados que les esperaban en la T4 del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.

Desde las once de la mañana, hora prevista de la llegada de vuelo de Iberia procedente de Brasil, centenares de aficionados españoles esperaban a los olímpicos que llegaban a España procedentes de Río de Janeiro, tras la disputa de los Juegos Olímpicos que acabaron este domingo, donde el equipo español cosechó 17 medallas (7 de oro, 4 de plata y 6 de bronce), igualando el resultado de Londres y solo superados en número de oros por Barcelona 1992.

Sin embargo, el jefe de prensa de la campeona olímpica de bádminton, Carolina Marín, comunicó a los medios de comunicación que todos los deportistas españoles iban a llegar sobre las 13:35 horas, dos horas y media más tarde, a causa de un retraso en el segundo vuelo procedente de Río de Janeiro.

Mientras pasaba el tiempo, los compañeros del club de taekwondo SánchezElez de la madrileña Eva Calvo, plata olímpica en Río en la categoría de -57kilos, no dejaban de animar, expectantes ante la llegada de la leganense. A medida que se acercaba la hora de llegada de los olímpicos españoles, el aeropuerto se abarrotaba de familiares de los atletas o curiosos aficionados que deseaban sacarse una foto con los olímpicos españoles.

La Policía Nacional decidió acordonar una parte del aeropuerto, para dejar paso a los deportistas que aterrizaban en la capital española. Desplazaron a los medios a otras partes y el caos y la incertidumbre reinaron por un momento. Así, sobre las dos y diez de la tarde, con más de tres horas de retraso, los primeros olímpicos comenzaron a llegar, ante la ilusión y la expectación de miles de viajeros.

Uno de los primeros que aterrizó fue el piragüista Saúl Craviotto, doble medallista olímpico en Londres, con un oro en K2 200 metros junto a Cristian Toro y un bronce en K1 100 metros en modalidad individual. Junto al catalán, los más aclamados fueron la taekwondista Eva Calvo (plata en la categoría de -57 kilos) y la cántabra Ruth Beitia (medalla de oro en la modalidad de salto de altura).

Premio al esfuerzo

El gallego Cristian Toro destacó a su llegada a Barajas que antes de la prueba, sentía que "tenía que salir" todo el esfuerzo que había hecho, pero que también estaba "muy nervioso" porque se jugaban todo ese trabajo en muy poco tiempo. "Estoy asimilándolo, aún estoy en una nube. Los Juegos Olímpicos los empezamos con mucha ilusión, porque trabajamos muy duro. Por dentro notábamos que tenía que salir porque pusimos muchísimo esfuerzo y sentíamos que tenía que salir", destacó Toro ante los medios a su llegada junto al resto de la expedición española.

El piragüista rememoró que los días previos a la competición tanto él como Craviotto estaban "muy nerviosos". "Porque te lo juegas todo en muy poco tiempo y como salga, muy bien, pero como no salga, nadie se acuerda de ti. Al final salió y estoy muy contento", cerró.

En una jornada histórica para el olimpismo español, no faltó la presencia de David Cal, atleta español con más medallas olímpicas, que acudió a recibir a una delegación, encabezada por el presidente del COE, Alejandro Blanco.