El informe que los técnicos municipales que ayer evaluaron los destrozos causados por el temporal en Balaídos remitieron a la Liga de Fútbol Profesional (LFP) sobre el peligro existente para la integridad de las personas si el partido entre el Celta y el Madrid llegase a celebrarse, es concluyente: los daños que el viento ha provocado en la grada impiden garantizar la seguridad de espectadores y futbolistas.

Los responsables del informe, el arquitecto municipal David Carvajal, el jefe del servicio de extinción de incendios y salvamento, Guillermo Domínguez, el jefe del área de seguridad, Antonio Vivero, y el ingeniero municipal Jerónimo Centrón no albergan duda alguna sobre las graves deficiencias de seguridad que ahora mismo presenta Balaídos.

"El estado actual de la cubierta, con desprendimientos de 20 metros cuadrados de la chapa de cubrición y falta de seguridad en el anclaje de las otras chapas hacen imposible el uso de las instalaciones ante el riesgo de nuevos desprendimientos y el imprevisible del desplazamiento y afección de las piezas desprendidas en su caída que pueden afectar tanto a los graderíos como al propio terreno de juego", concluye.