Dos Juegos Olímpicos, cuarta en Londres 2012 y plata en Río 2016. Más 42 medallas a nivel internacional. El palmarés de Alejandra Quereda (Alicante, 1992), capitana del conjunto español de gimnasia rítmica, quita el hipo. El pasado sábado compartió experiencias con niños de toda Galicia en Abegondo.Galicia Abegondo

- ¿Cómo fue la experiencia?

-Muy buena. Hubo un llenazo completo, había muchísimas niñas. Y yo creo que aprendieron pero sobre todo disfrutaron.

- ¿Qué les transmitió?

-Intenté enseñarles la técnica de base pero en tres horas tampoco da tiempo para aprender grandes cosas de lo que es la rítmica, pero sí que sirve para mantener la ilusión por este deporte.

- ¿También aprende?

-Aprendo con ellos y me gusta ser ejemplo para todos los niños que empiezan a hacer gimnasia porque todos fuimos un día niñas y todas empezando sin saber nada y fuimos poco a poco progresando.

- ¿A quién admiraba usted?

-Nunca he tenido a nadie como referencia, no a nadie en concreto.

- ¿Cree que gracias a sus éxitos se animarán más niños a probar?

-Cada vez hay más gente que nos pide información y hay más clubes. Desde que hemos ido consiguiendo mejores resultados se ha dado visibilidad y todo eso ha repercutido en más seguidores.

- ¿Perjudica que sea un deporte tan duro?

-Es un deporte muy duro, de los más sacrificados que hay, de los que más horas requieren, pero también es muy bonito y si te gusta divierte mucho, además de que estéticamente es precioso de ver.

- ¿Alguna vez quiso dejarlo?

-En el día a día de los entrenamientos hay momentos malos. Y si la competición no sale como esperas, tienes bajones y dudas. Pero en eso consiste en ser deportista. Estamos hechos de otra pasta y siempre nos levantamos y seguimos para adelante. Aprovechamos los errores como impulso.

- ¿Al final compensa?

-Ya sea a nivel internacional como en las primeras competiciones que hice, ver que lo que has entrenado sale en pista, más allá del resultado, que ganes medalla o no, ver que el ejercicio sale como lo has entrenado, ya es una recompensa, lo más gratificante que hay.

- Cuando se ha trabajado tan duro, ¿saben mejor los éxitos?

-Nuestro caso es un ejemplo muy claro de que cuanto más difíciles se te ponen las cosas, después mejor saben. Hemos luchado mucho, hemos tenido muchas piedras en el camino y al final conseguimos una medalla que mucha gente no apostaba por ella.

- Tras Londres hicieron un ciclo olímpico sensacional y aun así, sorprendió su plata en Río.

-Veníamos consiguiendo medallas en todos los Mundiales y Europeos y la gente contaba con nosotras como unas de las aspirantes al podio. Pero en los Juegos solo hay una posibilidad de conseguir medalla y eso reduce las posibilidades. Son muchos países que quieren ganar y la lucha es tremenda, ya no solo a nivel deportivo, sino también de que cada país tiene sus intereses y todos luchan por conseguir medallas olímpicas.

- ¿Se vieron con el oro tras acabar la primera jornada al frente de la clasificación?

-No. Tenemos mucha experiencia y sabemos que la competición no termina hasta que no ha salido la última nota. Así que no nos creíamos nada. Es más, yo siempre barajé la posibilidad de que nos podíamos quedar fuera del podio.

- ¿Qué tiene que tener un conjunto de rítmica para triunfar?

-Aparte de las cualidades físicas y psicológicas como deportista, el beneficio del equipo es saber sacar las cualidades de cada una de las miembros del equipo, porque no todas somos iguales, cada una tiene sus puntos fuertes y débiles, entonces hay que potenciar esos fuertes de cada una. Y sobre todo, trabajar en equipo, que yo creo que es lo más bonito de este equipo, que hemos conseguido una complicidad que se transmite en la pista. Nos entendemos con la mirada. Eso es lo más complicado y solo se consigue con cierta experiencia.

- ¿Necesita un parón tras Río?

-Necesitamos un poco de bajada. Dos de nosotras llevábamos más de ocho años a alto nivel. El cuerpo sufre, tenemos diversos achaques y es el momento de recuperarnos.

- ¿Pasará por quirófano?

-No es algo que decida yo. No me queda elección. Tendré que hacerlo, todavía no sé cuándo, pero este año seguro.

- ¿Descarta Tokio 2020?

-No lo puedo descartar. Es verdad que queda lejos y soy ya una gimnasta bastante veterana, pero nunca se sabe lo que puede pasar. Después de Londres quién me iba a decir que iba a estar también en Río.

- Tres Juegos Olímpicos...

-Sería algo muy bonito. Ya veremos qué nos depara el futuro. De momento me planteo objetivos más a corto plazo porque si no el día a día se hace realmente complicado.

- Si en el deporte las ganancias fueran proporcionales al esfuerzo, ¿cuánto cobraría una gimnasta de rítmica?

-¡Más que nadie! (se ríe). Cualquier deporte a alto nivel requiere mucho sacrificio y ya no solo esfuerzo físico sino dejar otras cosas de lado. No tenemos casi tiempo libre, estamos lejos de la familia... la rítmica es de los deportes más sacrificados que hay y de los que más trabajamos. Pero cada deporte tiene lo suyo. A nosotros nos gustan todos los deportes, pero sí que es cierto que debería estar un poco más equilibrada la balanza. Porque hay gente que tiene mucho talento, que trabaja mucho y se esfuerza día a día por dejar a España lo más alto posible y se les debería prestar más atención.