Nairo Quintana (Movistar) se impuso con solvencia en la novena etapa, para muchos la más dura de la 100 edición del Giro de Italia, con una llegada en alto al Blockhaus que hizo estragos en el pelotón, y que le brindó el maillot de líder de la vuelta italiana, acercándole al triunfo final en Milán.

Quintana lanzó su demoledor ataque a 4,5 kilómetros del final, dejando atrás al francés Thibaut Pinot y al italiano Vincenzo Nibali, que no pudieron responderle. Dumoulin y Mollema formaron, por detrás, un dúo perseguidor que trató de conectar con el colombiano, pero que no consiguieron toserle.

A 15 kilómetros del final, un accidente manchó la etapa. Un motorista de la policía italiana estacionó su motocicleta en el borde de la calzada provocando que un ciclista que no pudo esquivarlo se llevara por delante a gran parte del pelotón de cabeza con Thomas y Landa entre ellos.