A Coruña se tiñó de verde. Solidaria y deportista, la ciudad despertó sobre las diez de la mañana con el sol tratando de hacerse un hueco. Fueron 2.000 personas las que se calzaron sus zapatillas para correr con un objetivo: luchar. Y es que la organización de la Carrera contra el Cáncer, además de congregar a miles de personas en los Cantones y hacerlas disfrutar, destinó el dinero recaudado a la investigación de esta enfermedad y de los programas que realiza la Junta Provincial de la AECC de A Coruña.
El Obelisco fue el punto de partida de una carrera que tuvo como vencedores a Abdelaziz Fatihi y Paula Mayobre. Aunque en esta ocasión la competitividad y los podios no eran protagonistas, fueron los más rápidos en finalizar un circuito de 6,5 kilómetros. Fatihi paró el crono en 20:49. Dominó de principio y fin y entró solo en meta con los brazos en alto, disfrutando de su momento. A continuación llegaron David Méndez (21:21), segundo, y Luis Pérez (21:24), que le ganó la batalla por el tercer puesto a Fernando Díez, que acabó un segundo más tarde. El triunfo de Mayobre fue incontestable. Tardó 22 minutos y 38 segundos en completar el recorrido. Y no encontró rival. Se puso de primera con el pistoletazo de salida y así acabó. Segunda fue Elisa Cobelo, con un tiempo de 27:53, bastante diferencia con la ganadora. Al tercer cajón del podio subió Eusebia Maldonado (28:09).
Unos antes y otros más tarde, pero todos disfrutaron de una prueba solidaria en la que imperó el buen rollo. Algunos salieron a correr con globos, otros con pañoletas de la peña Tsunami naranja del Básquet Coruña y muchos, en compañía de familiares y amigos. Los menos atrevidos, se conformaron con participar en la marcha popular de casi dos kilómetros. Desde parejas con carritos de bebés hasta abuelas. Nadie quiso perderse la cita. Y, por supuesto, con la camiseta verde. El problema llegó cuando los pelotones alcanzaron el Obelisco, ya que se formaron aglomeraciones para conseguir el avituallamiento. El calor y el esfuerzo hicieron que algunos se quejasen por esperar para beber agua. Pero aún quedaba tiempo para seguir festejando. Una clase de zumba, con monitores de Altafit Coruña, hizo mover el esqueleto a niños y mayores. También el speaker animó a los presentes durante toda la mañana.
Sobre las 11.30 horas llegó el turno de los pequeños de la casa. A pesar de que hubo algunos problemas con los horarios de las carreras de las categorías de menores -la AECC pidió disculpas a través de su Facebook-, los futuros atletas demostraron sobre el asfalto que vienen pisando fuerte. Hasta aproximadamente las dos de la tarde se disputaron las pruebas de cadetes, juveniles, infantiles, alevines, benjamines y prebenjamines. Con sus familiares como aficionados, lo dieron todo para hacer la marea verde más grande. Siempre por una buena causa. Para cerrar la jornada, las medallas.
