El comisario de policía encargado de la seguridad durante la tragedia del estadio de Hillsborough, en la que en 1989 murieron 96 personas, y otras cinco más fueron inculpadas por la Fiscalía británica.

David Duckenfield, de 72 años, era el antiguo superintendente de la Policía de South Yorkshire (SYP) y encargado de la seguridad durante el partido de Copa de Inglaterra entre Liverpool y Nottingham Forest, el 15 de abril de hace 28 años, cuando casi un centenar de personas fallecieron aplastadas por la multitud que acudió a presenciar el encuentro.

"Después de una revisión pormenorizada de las pruebas, y de acuerdo con el Código de la Fiscalía, he decidido que hay pruebas fehacientes para acusar a seis individuos de delitos penales", informó Sue Hemming, directora de la unidad contra el terrorismo.

"Los acusados tienen derecho a un juicio justo, y es tremendamente importante que no se intercambie información en internet que pueda influir en estos procesos judiciales", añadió Hemming. El Crown Prosecution Service (CPS), la Fiscalía, inculpó formalmente a Duckenfield de negligencia grave y homicidio de 95 personas.

Por razones legales, el comisario no puede ser acusado de homicidio por la víctima número 96, Tony Bland, puesto que falleció cuatro años después de la tragedia.

Además del Duckenfield, el CPS inculpó también a otras cinco personas, entre ellas Sir Norman Bettison, antiguo jefe de policía, Graham Mackrell, exasistente del Sheffield Wednesday, y Peter Metcalf, abogado de la Policía de South Yorkshire.

El 12 de septiembre de 2012, una comisión de investigación independiente concluyó en el Reino Unido que la Policía fue responsable directa de la tragedia de Hillsborough, al haber estado a cargo de la seguridad del estadio ese día.

En abril del pasado año, una investigación judicial determinó que la muerte de los hinchas fue consecuencia de un "homicidio involuntario".