El primer día de Dembélé como nuevo jugador azulgrana derivó en bronca por una parte mayoritaria de los 17.814 espectadores presentes en el Camp Nou, que, ante el retraso de más de una hora de la presentación oficial del atacante francés, pidió la dimisión del presidente del Barcelona, Josep Maria Bartomeu.

Un contratiempo burocrático en la liquidación del contrato entre el delantero y su exequipo, el Borussia de Dortmund, provocó que la puesta de largo del jugador más caro de la historia del club azulgrana colmara la paciencia de los aficionados azulgranas que acudieron al Camp Nou. Ante la demora de la presentación, los gritos mayoritarios de "Bartomeu dimisión", así como los silbidos y los pañuelos blancos se multiplicaron en las gradas, poco antes de que Dembélé saltara al césped.